Starfield, un viaje casi infinito por los campos de estrellas
Los creadores de las sagas The Elder Scrolls y Fallout apuestan ahora por un juego de rol de ambientación intergaláctica para PC y Xbox Series
SER Jugones 10x05: Starfield, un viaje casi infinito por los campos de estrellas
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Fuenlabrada
Starfield ha supuesto uno de los lanzamientos más esperados de los últimos años en la industria de los videojuegos. El entusiasmo se disparó desde que los creadores de The Elder Scrolls o Fallout (Bethesda) anunciaron que su próxima aventura rolera se desarrollaría en el espacio y que, además, solo llegaría a PC y Xbox Series tras la compra de Bethesda por parte de Microsoft. Esta expectación desmedida se ha transformado en exigencia por parte del público y ha dado lugar a un gran juego de rol de mundo abierto, pero que cuenta con alguna carencia a largo plazo.
Starfield nos sitúa en el año 2330 con una humanidad que ha conseguido romper exitosamente los límites de su propio planeta. Explorando más allá del sistema solar se han encontrado recursos, establecido asentamientos y luchado con peligros cada vez más poderosos. Pero la humanidad tampoco ha dejado de luchar entre sí por la supremacía entre las estrellas, qué sorpresa. Partiendo de ser un raso ‘topo’ minero nuestra historia nos lleva a formar parte de un grupo de exploradores de élite para buscar artefactos valiosos por toda la galaxia.
Como es marca de la casa el editor de personaje de Starfield es muy amplio. Tanto por las variantes de aspecto físico como por la posibilidad de generar un trasfondo para el protagonista y elegir ciertos puntos fuertes y flacos. Podemos tener formación de chef, ser introvertido o todo lo contrario, tener capacidades de supervivencia, o ser muy familiar. Muchos de estos rasgos son incompatibles entre sí para que no podamos tener demasiadas ventajas y la personalidad quede bien marcada. Además, según avancemos en la historia conoceremos y podremos unirnos a diversas facciones con sus historias.
Más de un millar de planetas
La ópera espacial de Bethesda apuesta a lo grande. Podemos llegar a explorar más de un millar de planetas pero, lógicamente, no todos pueden estar repletos de vida o actividades. Este aspecto limita en cierta manera el interés por explorar a largo plazo, pero tardaremos mucho en darnos cuenta mientras buscamos innumerables recursos para fabricar medicinas y construir asentamientos. Para movernos entre las diversas ubicaciones interestelares pilotamos naves que también podemos personalizar a nivel estético y funcional, e incluso podremos entrar en batalla con ellas con enfrentamientos bastante interesantes aunque durillos de controlar al principio.
El juego bebe fuertemente de las mecánicas, estética y espíritu de Fallout, por ejemplo, en su sistema de modificación y personalización de armas para abordar los combates con armas láser y otras clases tanto de corto como largo alcance. Además, por si alguien se acuerda de Call of Duty Advanced Warfare, en Starfield también contamos con una mochila propulsora para potenciar el combate vertical. Para facilitar las cosas en cualquier momento podemos cambiar entre la primera y la tercera persona en nuestra vista.
Audiovisualmente nos encontramos ante una superproducción con una factura de altísimo nivel que incluye un gran doblaje al español y sincronización labial para las voces en inglés, ambas con miles de líneas de diálogo. Realmente impresiona salir por primera vez de las minas y contemplar los cielos que estamos deseando navegar, así como deambular por ciudades como Nueva Atlántida y la recreación de las físicas en los objetos. Además poco a poco el juego va corrigiendo ciertos errores de lanzamiento como algunos problemas de rendimiento al usar el escáner de mano para identificar objetos o la estabilidad de algunas texturas.
Más actualidad
Estos días también salía a la venta y hemos podido probar Resident Evil 4: Caminos Distintos (Separate Ways), la aventura secreta de la agente Ada Wong que, como el juego principal, se desarrolla en un recóndito y hostil pueblo español. Wong llega a los dominios de la secta incluso antes de que Leon S. Kennedy acuda al pueblo en busca de la hija del presidente estadounidense; pero en su caso lo hace para conseguir el ‘ámbar’, un espécimen de plaga especialmente poderoso.
Contamos con nuevas herramientas como un gancho para superar obstáculos y derribar enemigos a distancia, y Ada tendrá que superar pruebas peligrosas como la sala de los láseres (que en el original era cosa de Leon). Nuestras peripecias con los agresivos aldeanos infectados y otras criaturas mucho peores nos llevarán entre cinco y seis horas de juego extra, con un nivel alto de acción como en la historia principal y hasta cuatro caminos diferentes. Además este descargable incluye nuevo contenido para el modo Mercenarios y a Ada Wong y Albert Wesker como personajes jugables. Sobre Separate Ways, sus novedades y características, hemos conversado con Adrián Sánchez, trade and product marketing manager de Plaion en España, la distribuidora del título. Hasta aquí el SER Jugones de esta semana, pasadlo bien.