Otoño, la época de la caída… del cabello
Aprendemos a diferenciar la caída estacional de situaciones más graves
Entrevistamos a Juanjo Andrés, dermatólogo y director médico de Laboratorios Ozoaqua.
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Fuenlabrada
Llega el otoño, los cambios de temperatura (aunque este año se resistan), los cambios en el color de los árboles, la caída de las hojas… y para algunos, la temida caída del pelo.
De todo ello hablamos con Juanjo Andrés, dermatólogo y director médico de Laboratorios Ozoaqua.
Pregunta -En otoño, ¿se cae de verdad más el pelo? ¿Por qué? ¿en Primavera también?
Respuesta- El pelo cae durante todo el año, debido al ciclo natural del mismo. 80-90% de los pelos están en fase de crecimiento y solo un pequeño porcentaje (<10%) están en fase de caída o telógen.
Este equilibrio puede alterarse y efectivamente, en algunas épocas del año sobre todo primavera y otoño, ocurre la llamada “caída estacional” en la que caen un porcentaje mayor
Esto no es algo patológico, y es un recuerdo evolutivo que tenemos los seres humanos, de las “mudas” que sufren nuestros compatriotas de clase, el resto de mamíferos, siendo algo adaptativo para los cambios de temperatura y ambiente.
P- ¿Cómo diferenciar lo que es normal en una caída de pelo estacional de lo que no es normal?
R- Los dos criterios clave para diferenciar una caída estacional de otro tipo son, la intensidad y la duración. La caída estacional, suele durar, como su nombre indica, como mucho una estación (3 meses) y en cuanto a la intensidad, se habla de que en estos casos el porcentaje de caída aumenta hasta cifras cercanas al 20%. De forma práctica podríamos considerar una caída estacional normal aquella que dura dicha estación y en la que se cae, aproximadamente, el doble de lo que se cae normalmente.
P- ¿Conviene modificar y adaptar los cuidados del cabello?
R- Mas que realizar alguna modificación, conviene saberlo para no cambiar rutinas que nos estén ayudando.
Mucha gente, ante estas caídas cambia de productos en búsqueda de algo que evite dicha “pérdida”. Como además es algo temporal, si cambiamos de producto varias veces, al final conseguimos encontrar alguno que nos ha ayudado a “controlar” esa caída, pero es una falsa sensación. La caída se iba a controlar igual y hemos adquirido productos que, o no necesitábamos o incluso han perjudicado a nuestra rutina habitual.
P- ¿Y el cuero cabelludo?
R- Exactamente igual que con el cabello, de hecho, son algo indivisible, cuidar uno es cuidar el otro. Nos olvidamos a veces que debajo del pelo tenemos piel, como la del resto del cuerpo, de hecho muy parecida a la de la cara. Tenemos que cuidarla durante todo el año y no cambiarlo según la época, si no es necesario. La piroctona olamina o los aceites ozonizados, por ejemplo pueden ayudarnos para regular la inflamación que se produce en ocasiones, y nos pueden ayudar a largo plazo.
P- ¿Hay alguna relación o consejo entre la dieta y la caída de pelo?
R- Aunque no lo hemos mencionado muchos son los pacientes que buscan en la dieta el problema de su caída de pelo, si este alimento o este otro puede estar influyendo en su cabello o si pueden comer algo para mejorar la caída o su salud capilar.
Si que está claro las consecuencias que tiene sobre la salud capilar el déficit de algunas sustancias como la biotina, el zinc o la vitamina c. En general una dieta equilibrada mediterránea, incluye los suficientes nutrientes, oligoelementos y vitaminas, para no necesitar una suplementación “extra”.
Aun así, es cierto que existe una revolución cientifica en materia de la microbiota (conjunto de microorganismos vivos o bacterias que se encuentran en el intestino o tubo digestivo del organismo humano, también conocida como flora intestinal) y su influencia en distintas patologías y en general en el envejecimiento y salud celular, y como este parece claramente influenciado por la dieta.