Las incógnitas de los vehículos eléctricos ante los nuevos retos de las ciudades sostenibles

Fuenlabrada

Muchos municipios del sur de Madrid, al igual que del resto de España, con más de 50.000 habitantes, estudian cómo quedará diseñada la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) que implantarán a partir del próximo año. La regulación de las mismas no será igual en todas las ciudades en lo que se refiere a la circulación de vehículos según su etiqueta medioambiental, esto junto con los incentivos públicos y el impulso de la UE para potenciar los vehículos cero emisiones, hacen que los usuarios empiecen a poner sus ojos en los eléctricos a la hora de cambiar su coche.

Sin embargo, además de los elevados precios de estos vehículos, dato muy importante a la hora de tomar una decisión de compra, también hay numerosas incógnitas sobre si merece la pena optar por el eléctrico. Entre ella se encuentra la autonomía o si es suficiente la infraestructura de recarga. Según David García, delegado de la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos, AUVE, colectivo de ámbito nacional y con asociados en el sur de Madrid, entre otros puntos de la región, éste es “un momento ideal para optar por eléctrico, mejor que hace años, para cuando tengas que cambiar tu coche”.

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La autonomía

Sobre la autonomía, García asegura que en el día a día, “más del 90% de los usuarios con las autonomías actuales de los eléctricos les vale para ciudad y para viaje en carretera a 120 Km/h la mayoría tienen autonomías de 300, 400 Km e incluso más”. No obstante, para conducir un eléctrico hay que cambiar el ‘chip’, ya no vale repostar y olvidarme casi hasta llegar a destino, aunque García recuerda que en todo víaje largo la recomendación es parar cada dos horas para descansar, momento que podemos aprovechar para recargar nuestro coche. “Ahora por unos 30.000 euros, sin contar ayudas, tienes coches con 350-450 kilómetros de autonomía real en autopista” que es donde más batería se gasta.

Sí es cierto, indica, que el consumo de batería también depende de la conducción que se haga, el uso de aire acondicionado o calefacción…, aunque también estos coches “tienen frenada regenerativa y cargan algo de batería”.

Puntos de recarga

Otra gran incógnita pasa por los puntos de recarga. El Parlamento Europeo aprobó este verano la nueva normativa sobre infraestructura de recarga para la transición energética en el transporte, que prevé enchufes para automóviles eléctricos en las principales vías de transporte cada 60 kilómetros y aunque España no cumple esa ratio, García afirma que hay suficientes cargadores para viajar por nuestro país con un eléctrico. “En carretera la mayoría de los puntos son de carga rápida o ultrarrápida, de 50 kw o de más de 100kw” y aunque ahora pudiera ser suficiente al ser pequeño todavía el parque de estos vehículos, habrá que ir a las cifras que marca la UE.

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Las baterías

Otra de las preguntas pasa por la duración de las baterías. Aunque algunas fallaron por “un mal diseño hace muchos años”, cuando empezó el vehículo eléctrico, ahora las casas ofrecen 8 años de garantía sobre la pérdida de capacidad de la batería, indica. Por eso, cree que en la mayoría de los casos, salvo problema de diseño, “las baterías no tienen la degradación como para que dentro de 8 años tengan que comprarse otro coche”.

Lo que sí destaca García es el ahorro de dinero que suponen estos vehículos, que a pesar de todo, siguen teniendo unos precios elevados en el mercado, aunque muchos conductores al cambiar de coche empiezan a fijarse cada vez más en ellos.