(Des)esperar un realojo en Madrid
Las casas que el franquismo construyó en la UVA de Hortaleza (Madrid) aún siguen en pie. Sin embargo, la mayoría de los primeros inquilinos ha fallecido esperando una vivienda digna. Las familias han cambiado. Unas han sido realojadas y otras siguen esperando más de 60 años después
El tiempo para las instituciones y para los vecinos no es el mismo
Madrid
Las Unidades Vecinales de Absorción (UVAs) fueron pequeñas barriadas construidas en los años 60 del siglo pasado, para paliar, el creciente incremento de los asentamientos chabolistas en Madrid, debido a la inmigración interior. En Madrid, estas UVAs se ubicaron en los distritos de Fuencarral, Vallecas, Villaverde, San Blas-Canillejas y en Hortaleza. Se enmarcaban en los proyectos de promoción de la vivienda pública desarrollados por la Obra Sindical del Hogar bajo el lema 'Crear con prisa, romper sin daño'.
En mi nueva casa veo el cielo
Nati tiene hoy 52 años. Ya ha sido realojada. Vive en un cuarto piso de una torre blanca con su hija. "He puesto cortinas bajas para poder ver el cielo, en la otra casa, el tejado era una capota que impedía la humedad pero por otro lado también impedía que viéramos el sol y la luna" nos explica. No sabe cuántos metros tiene su actual vivienda, quizá 70 como máximo, pero permanece nostálgica con la UVA "echo de menos mi casa, y esa terraza". Ella nació en la UVA. Su abuelo fue el adjudicatario del primer contrato con la Obra Sindical del Hogar . "Por entonces, la mujer no aparecía en los contratos" este asunto generó más tarde bastantes problemas. Con la Democracia, el Ministerio de la Vivienda le pasó la patata caliente a la reciente Comunidad de Madrid que tampoco se lo puso fácil a sus inquilinos. Sólo en los noventa se empezó a pensar en realojar a las personas que vivían en el barrio, que ya entonces estaba deteriorado, y en los 2000 comenzaron. "No existe reciprocidad entre las instituciones y los vecinos. Los tiempos no son los mismos. Ellos tienen tiempo, nosotros no". La voz se le rompe a Nati cuando explica que su abuela su murió teniendo cajas enteras preparadas para un realojo que nunca llegó.
Sin derecho a realojo, después de dos subrogaciones
Nati ha tenido suerte porque ha sido reubicada. Pero, según la Consejería de Vivienda, aún quedan en la barriada treinta y nueve familias con derecho a realojo, quince de las cuales la obtendrán, al parecer, antes de marzo. Los vecinos no saben nada, ni tampoco han sido avisados. "Aquí sólo vienen (la Agencia de la Vivienda Social - antiguo IVIMA) a hacernos siempre las mismas preguntas". Las preguntas son encuestas que frecuentemente un grupo de personas, bajo el paraguas de la consejería realiza a los vecinos. "Cada vez que vienen, les digo lo mismo. Si me vais a preguntar algo distinto, respondo, en caso contrario la Consejería ya tiene toda la información sobre mí y mi madre". Así habla Raquel. Ella es maestra y tiene 38 años. Dentro de poco será su cumpleaños. "Estoy en paro. Mi madre no está bien, he dejado mi trabajo en Sevilla para venir a cuidarla, pero esto no es vida. Tengo asma, y mi casa está llena de humedades". Ella también nació en la UVA. La casa fue adjudicada "a mi abuelo. Cuando éste murió, mi abuela hizo la primera subrogación para tener el contrato. Mi padre era el pequeño de una familia muy extensa, y los hermanos fueron saliendo del barrio. Antes de morir, mi padre se subrogó a ese contrato. Pero murió. Hicimos los papeles y al cabo de unos meses recibimos una carta que nos decía que éramos okupas. Imagínate, cómo reaccionó mi madre, teníamos que desalojar la casa en cuestión de un mes. Era la tercera subrogación y ya no teníamos derecho a vivir ahí."
En sesenta años, la desidia institucional ha sido tal, que el 20% de las familias originales no ha tenido derecho a vivienda digna nunca
Myriam Soto
Redactora de Radio Madrid