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SIBO, ¿una enfermedad de moda?

Analizamos qué es el sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado

Entrevistamos al pediatra Iván Carabaño y a José Carlos Marín, director científico del Instituto Clínico del Aparato Digestivo de Madrid

Entrevistamos al pediatra Iván Carabaño y a José Carlos Marín, director científico del Instituto Clínico del Aparato Digestivo de Madrid

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Fuenlabrada

No es normal hablar de una enfermedad “de moda” pero así califican muchos médicos al gran número de personas que, a través de las redes sociales, aseguran que padecen SIBO.

Es el acróstico del sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado, causante de varios problemas como hinchazón y diarrea o mala absorción de nutrientes.

Junto al pediatra Iván Carabaño y José Carlos Marín, director científico del Instituto Clínico del Aparato Digestivo de Madrid, hemos analizado este problema digestivo que ocurre “cuando hay un exceso de ciertos tipos de bacterias en esa parte del tubo digestivo”,

El uso de medicamentos como el Omeprazol, unido a circunstancias adicionales (edad, deficiente sistema inmunológico, enfermedades o cirugías previas…), hace que se manifieste este proceso.

“El cuerpo tiene mecanismos para protegerte del exceso de bacterias en el intestino delgado, como los ácidos del estómago, las enzimas digestivas del páncreas o la bilis”, recuerda Carabaño.

“El SIBO puede impedir la absorción adecuada de nutrientes: el exceso de bacterias genera una mala digestión de sustancias en el propio intestino o porque se afecten las células intestinales. Por ello, puede aparecer: malabsorción de hidratos de carbono, absorción anómala de las grasas, pérdida de proteínas y déficit de vitamina B12”, han explicado.

La forma más exacta y fiable de diagnosticar el SIBO es mediante el cultivo del aspirado del intestino delgado, sin embargo, este método es muy costoso, invasivo y no suele estar disponible en las unidades de endoscopia. “La mayoría de las veces se recurre, por tanto, a otro método más sencillo y barato: las pruebas de aliento”, ha añadido Marín.

“El tratamiento consiste en tomar un antibiótico (el más utilizado es la rifaximina) durante dos semanas”, ha apuntado y así eliminar la microbiota “aberrante” y resetear el ambiente microbiológico del intestino delgado

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