Maltrato a los mayores, por acción o por omisión
Además de agresiones físicas o psicológicas también analizamos la falta de cuidados o abandono de nuestros ancianos
Entrevistamos al geriatra Fran Soria por los casos de maltrato a mayores
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Fuenlabrada
“El maltrato a una persona de edad consiste en un acto o varios actos repetidos que le causan daño o sufrimiento, o también la no adopción de medidas apropiadas para evitar otros daños, cuando se tiene con dicha persona una relación de confianza”, así explica técnicamente el geriatra Fran Soria (geriatra del Hospital Universitario 12 de octubre y Hospital La Luz de Madrid) lo que es el maltrato.
Es, por desgracia una situación habitual, que puede afectar a uno de cada seis mayoreso incluso más en el caso de los internos en residencias.
Soria ha categorizado los diferentes tipos de maltrato que podrían ser por negligencia por incumplimiento voluntario o involuntario de la función de cuidador, el maltrato físico con agresiones realizadas con intención de provocar daño, el maltrato psicológico, como insultos indiferencias, desprecios, humillaciones…
Además no hay que descartar los casos de abuso sexual o de “maltrato económico” por el uso forzado, inapropiado de las propiedades del adulto mayor. El último sería el abandono, cuando se deja a la persona en un lugar por parte de los cuidadores habituales.
De cara a la prevención es importante una intervención rápida (evaluación y contacto de las autoridades), otorgar apoyo emocional y psicológico, facilitar educación y sensibilización para crear conciencia, así como el conocimiento del marco legal, la formación a personal cuidador o crear redes de apoyo y servicios.
Entre los factores de riesgo en las víctimas de malos tratos están el ser “mujer, la presencia de deterioro cognitivo, el mal estado de salud, problemas de estado anímico, así como problemas de comunicación, dependencia física económica, mental o social, enfermedades crónicas, mecanismos de resignación o vergüenza”.
“Con mucha frecuencia, además hay sentimientos de inferioridad, auto marginación, aislamiento voluntario o sentimientos de culpabilidad”, apunta Soria.
En el caso del agresor nos encontraríamos factores como “inexperiencia, trastornos psicológicos, estrés, no asunción de responsabilidad, falta de formación y deterioro cognitivo entre otros”.