Hora 14 Madrid Sur
Sociedad | Actualidad

Mónica: “El año que lleva mi hijo en este Centro de Atención Temprana de Fuenlabrada, nos ha cambiado la vida”

Es el testimonio de una de las madres cuyos hijos acuden al Centro de Atención Temprana Reinosa, gestionado por la Fundación AMÁS, y que este jueves ha sido visitado por la consejera de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid

La directora y padres del Centro de Atención Temprana de Fuenlabrada nos hablan de la importancia de estos tratamientos.

Fuenlabrada

Mónica y Víctor acuden con su hijo a las instalaciones del Centro de Atención Temprana Reinosa, gestionado por la Fundación AMÁS, en edificio cedido por el Ayuntamiento de Fuenlabrada. Allí, su hijo Manuel, de 3 años, con Trastorno del Espectro Autista (TEA), recibe apoyo para mejorar en su situación y los padres asesoramiento y técnicas para saber cómo afrontar de forma adecuada la nueva situación que viven desde que a Manuel le diagnosticaron TEA.

A este centro acuden otros 191 menores de 0 a 6 años, con trastornos del desarrollo o riesgo de padecerlo. Unas plazas que se han incrementado en 43 más desde este mes de enero, según ha contado la consejera de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, Ana Dávila, que ha visitado, junto con el alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala, las instalaciones situadas en la calle Reinosa de la localidad.

Dávila ha destacado la apuesta de su gobierno por la Atención Temprana, aumentando plazas en centros, aunque todavía haya lista de espera. Asegura que se viene reforzando la red de atención con más plazas, además de adelantar plazos en la valoración de los menores, conscientes de la importancia una atención lo más rápida posible.

El alcalde ha recordado como su Ayuntamiento cedió este edificio, antes centro ocupacional, para atender estas nuevas necesidades y ha felicitado a la consejera recordándole que “el camino es la colaboración entre administraciones”.

El Centro de Atención Temprana de Fuenlabrada esta formado por logopedas, fisioterapeutas y trabajadores sociales que trabajan con niños de 0 a 6 años, empleando terapias y sesiones de estimulación adaptadas a cada necesidad. Así se potenciar las habilidades de los menores, facilitando también la plena inclusión familiar, escolar y social, además de su calidad de vida y la de su familia.

La historia con nombres propios

En este Centro niños como Manuel mejoran día a día y enfrentan la vida junto con sus padres de una manera mejor. Víctor cuenta que cuando le dijeron que su hijo tenía este trastorno todo fue un desconcierto. No se lo esperaban, no sabían nada de lo que suponía, ni cómo podrían ayudar a su hijo. Por eso, recuerda la importancia de la atención temprana para casos como el de Manuel y otros muchos, que ven como la intervención cuanto antes es “crucial”.

Según Mónica, en su caso tuvieron ‘suerte’, la espera fue de nueve meses, pero “hay padres que nosotros conocemos que llevan esperando casi dos años”, cuenta a SER Madrid Sur y reconoce que el año que Manuel lleva en este Centro les ha cambiado la vida. A Manuel, porque según cuentan sus padres ha avanzado mucho, y a ellos mismos también, porque ahora saben mejor cómo enfrentarse a situaciones que antes les desconcertaban. “Ahora, si cuando vamos a vestirle por la mañana no quiere, ya sabemos que hay que hacerlo de otra manera, planteárselo cómo un juego y así no hay problema” dice Víctor.

Los dos reconocen que hay un antes y un después de que su hijo comenzará con el tratamiento, por eso piden que se siga trabajando para que haya más plazas y se acorte el tiempo de valoración.

La directora del Centro fuenlabreño, Ruth Sastre, destaca que la labor del Centro es atender a los menores y apoyar a las familias para que tengan estrategias en el día a día que ayuden a sus hijos a poder “desenvolverse con la mayor autonomía posible”. Y aunque las plazas se han aumentado este año, reconoce Sastre que nunca es suficiente porque la atención tendría que ser “inmediata”, no obstante, se muestra satisfecha por el incremento de plazas que ha sufrido el Centro.

Aquí hay niños con diagnósticos diferentes, sobre todo con TEA, también ha menores con hipoacusia, trastornos de conducta o prematuros, entre otros. Además, al Centro de Atención Temprana de Reinosa acuden también familias de origen árabe o africano que hablan en inglés y esto, afirma, es un reto. “Tenemos ‘Alexa’ que nos ayuda, el traductor del móvil, también traductores que nos envía alguna asociación del municipio. El idioma es importante porque trabajamos muy de cerca con las familias. Necesitamos que nos entiendan y entenderles”. Y precisamente esto, atenderles y entenderles, es lo que hacen con un trabajo excelente, todos los profesionales de este centro fuenlabreño. La Fundación AMÁS cuenta con cuatro instalaciones más en la ciudad.