La Roldana, primera mujer de la escultura barroca
Acabamos de dejar atrás la Semana Santa y muchos habrán escuchado en estas fechas un nombre. La Roldana. Esta mujer sevillana fallecida en Madrid en 1706 es el primer exponente de la escultura barroca protagonizada por una mujer. Todo un referente que creó escuela y supo hacerse un hueco en un mundo en el que los artistas varones brillaban sobremanera.
La Roldana, primera mujer de la escultura barroca
De casta el viene al galgo. Así es, Luisa Ignacia Roldán Villavicencio, nacida en Sevilla el 8 de septiembre de 1652 y fallecida en Madrid el 10 de enero de 1706, era hija de Pedro Roldán, uno de los imagineros más importantes de la Semana Santa andaluza. Muchos creemos que, como buen alumno, la Roldana superó al padre.
Es natural que en un taller en el que los hijos estaban jugando de aquí par allá a la sombra del padre viendo cómo hacía y cómo creaba imágenes para la Semana Santa, una de ellas, Luisa, prestara especial interés en el trabajo de su padre. Precisamente se dijo que su trabajo era igual de extraordinario que el de su progenitor, uno de los grandes nombres del arte barroco.
De Roldán a Roldana
Pero algo debió de tener esta mujer para que fuera llamada a Madrid como escultora de cámara de Carlos II y que cuando hubiera cambio de dinastía con la llegada de los Borbones, Felipe V no dudara en contar con sus servicios.
La cantidad de obras que nos ha dejado esta mujer es interminable. Muchas de ellas están distribuidas en iglesias y conventos de toda España, pero su valor creció y algunas de las obras hoy se pueden ver en algunos de los mejores museos de todo el mundo como el MET de Nueva York or el Victoria & Albert de Londres. Y por algo será.