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Ocio y cultura

La iglesia visigoda de El Rebollar llega al Museo Arqueológico y Paleontológico regional

El museo acoge una exposición sobre la iglesia ubicada en El Boalo para realizar un recorrido por su historia y la vida de quienes la construyeron

El museo acoge una exposición sobre la iglesia ubicada en El Boalo para realizar un recorrido por su historia y la vida de quienes la construyeron

El Boalo

La iglesia visigoda de El Rebollar, ubicada en El Boalo, protagoniza una nueva exposición en el Museo Arqueológico y Paleontológico regional de Alcalá de Henares. En ella se ofrece al público un recorrido no sólo por la historia y la evolución de esta edificación, que se mantuvo en funcionamiento como centro de culto hasta el siglo XVII, sino también por la vida de quienes la construyeron, frecuentaron y fueron sepultadas en ella.

La muestra, que podrá visitarse a lo largo del año, se incluye dentro de la serie “El Presente de la Arqueología Madrileña”, que recoge las investigaciones más recientes sobre los descubrimientos más relevantes de nuevos vestigios y restos en la región. Asimismo, la exhibición se completa con otros objetos arqueológicos encontrados, entre los que destacan cinco dírhams de plata de la etapa emiral (810-818 d.C.), unas monedas, de enorme valor histórico y documental, que contribuyen a mejorar el conocimiento de la escasa numismática andalusí de primera época en Madrid.

De forma complementaria, el museo ha publicado un libro con artículos de diversos expertos que analizan el entorno arqueológico de El Rebollar desde varios puntos de vista, desde su historia, ocupación y reconstrucción hasta su abandono en el periodo bajomedieval y moderno, así como su reciente recuperación como Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Zona Arqueológica.

El yacimiento de El Rebollar se encuentra en un pequeño cerro situado al oeste del casco urbano de El Boalo, junto a la Cañada Real segoviana, que discurre al pie de la sierra de Guadarrama. La importancia de este hallazgo, a diferencia de otras iglesias rurales visigodas conocidas, radica en que las tumbas excavadas en su interior no se hallan expoliadas y mantienen un excelente estado de conservación.