La Ingeniería Biomédica, una disciplina en auge que consiste en resolver problemas de la medicina y la biología a través de la tecnología

Móstoles

Lucia Cabello estudia Ingeniería Biomédica y, hace unas semanas, ha terminado sus prácticas universitarias en el Hospital Universitario de Móstoles. "A mi siempre me ha gustado mucho la parte de ingeniería pero, también, me gustaba mucho la biología. Esta era una carrera muy nueva, pero opté por ello y no me arrepiento de nada", asegura Cabello. Esta disciplina consiste en resolver problemas y proyectos de medicina y biología, a menudo utilizando tecnologías de la información y comunicaciones con el objetivo de mejorar la atención al paciente y el trabajo de los profesionales. Para ello, se centran desde el análisis avanzado de datos, señales e imágenes médicas, hasta los lenguajes de programación y arquitecturas de ordenadores, pasando por las comunicaciones necesarias en los sistemas de información hospitalaria o por el Big Data.

El Hospital Universitario de Móstoles acoge cada año a alumnos y alumnas de la Universidad Rey Juan Carlos para que realicen allí sus prácticas y conozcan la parte del hospital. "La finalidad de las prácticas es que ellos vean cómo funciona un hospital y que vean en qué cosas nos pueden ayudar, porque al final nosotros trabajamos muchas veces de manera bastante rudimentaria y ellos tienen justamente las nociones para ayudarnos. Por ejemplo, nos pueden ayudar a agrupar datos en bases de datos o al análisis de imágenes", explica Isabel Polimón, responsable del servicio de dermatología y tutora de este grupo de alumnos.

Actualmente, es posible estudiar Ingeniería Biomédica en España en más de 10 universidades públicas y, también, en algunas privadas. Todas ellas realizan prácticas externas en empresas del sector sanitario y, solo algunas, tienen prácticas en hospitales o alguna asignatura específica basada en la aplicación de los conocimientos adquiridos a lo largo de la carrera en el ámbito hospitalario. "A lo largo de estas prácticas, vimos que en algunos servicios como genética era todo muy manual. Creemos que en ese ámbito podríamos ayudar a que todo sea más automatizado y que sea mucho más rápido para que así los pacientes tengan sus resultados antes", comenta Cabello sobre lo que han detectado durante estos meses trabajando en el centro.

Esta rapidez se obtendría mejorando los dispositivos electrónicos e incluyendo softwares. "Muy probablemente en un futuro ellos tendrán que estar en los hospitales. De hecho, ya hay en algunos centros en los que este tipo de ingenieros están colaborando en servicios de cardiología. Yo creo que va a ser el futuro porque hay que bajar la tecnología a algo tan importante como es la sanidad", sentencia Polimón.