Un centenar de refugiados ucranianos o sirios combaten la barrera del idioma en Ciempozuelos
El Centro San Juan de Dios desarrolla un programa de acogida y autonomía, centrado en las familias refugiadas, donde el aprendizaje del español es una de las claves
Entrevistamos a Rima, Myroslav, Yulija y al profesor Rafael González Tejel
Ciempozuelos
El Programa de protección internacional del Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos atiende actualmente a un centenar de personas refugiadas, principalmente sirios, ucranianos y venezolanos; si todos podemos entender que dejar tu vida atrás y marcharse a otro país es una circunstancia durísima, acuciada en los dos primeros casos por la barrera del idioma.
Para destacar las dificultades de ese proceso y dejar clara la importancia de invertir en recursos de aprendizaje del español, Rafael González Tejel, profesor y técnico en ese centro ha escrito el libro ’Vivir sin Idioma’ (Ediciones Passer, 2022).
“Las políticas lingüísticas en España son deficitarias y muy burocratizadas y al final esto afecta a la integración de estas personas”, nos ha contado.
También hemos conocido las experiencias de Yuliia y su hijo Myroslav, que tuvieron que salir de Jarkov por la Guerra de Ucrania y de Rima que salió de Alepo, por la crítica situación de Siria.
Además de contarnos sus historias nos han elegido la palabra más bonita en español: “Adelante”, ha escogido Yulija, mientras que su hijo ha optado por “espada”. Para Rima, la palabra más bella en castellano es “gracias”.
ACNUR o diferentes ONGs son las que derivan a los refugiados a este Programa de protección internacional del Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos, especializado en la acogida de familias completas en los diferentes pisos de los que disponen en la localidad.
Actualmente ayudan a un centenar de personas, en un programa de 18 meses, los seis primeros de acogida y el resto para lograr más autonomía.