“Las madres con adolescentes o adultos con autismo tienen un estrés equiparable a un soldado en combate”

Leganés

Celia Ballaltas es ingeniera aeronáutica. La vida y su hijo con trastorno del espectro autista (TEA) le hizo dar un giro a sus expectativas de futuro. Así dejó su trabajo y estudió Psicología mientras se dedicada por completo al primero de sus tres hijos. Después de trabajar en un centro de atención temprana de Getafe, emprendió hace un año el proyecto del centro Gaia de Leganés para personas con autismo y diversidad funcional.

Aquí se ofrece atención integral al menor y a la familia de 0 a 6 años y de 6 a 18, una franja, esta última, que ya no se contempla en la atención temprana pública. El centro es privado, pero colabora con la Fundación Nemesio Díez que sí ofrece plazas a su vez concertadas con la Comunidad de Madrid.

‘Tejiendo raíces’

Desde el centro ha empezado a dar sus primeros pasos un proyecto de ayuda solidaria a las familias cuyos hijos necesitan atención temprana, pero no la tienen en meses o más, ante la lista de espera de los centros públicos. “Ese tiempo sin atención es importante. “En la Comunidad de Madrid hay lista de espera, hace unos meses, era de unos mil niños, así que pueden pasar muchos meses o un año hasta que atiendan a tu hijo, por eso los padres optan por lo privado, pero a veces no pueden permitírselo”. De ahí nació ‘Tejiendo raíces’, una iniciativa dirigida a recaudar fondos con la realización de eventos, para ayudar a estas familias. El proyecto cuenta con la colaboración de la asociación Balancea y a partir del verano retomará su labor con más fuerza, para lo que el Ayuntamiento leganense se ha prestado a colaborar.

Ballaltas recuerda lo importante que es el tratamiento para estos niños y que la atención que se preste sea integral, incluyendo también a las familias. Aunque el trastorno del espectro autista se manifiesta de formas muy variadas y cada caso es distinto, recuerda que en la adolescencia y la edad adulta se puede hacer más difícil. “Hay un estudio que indica que las madres con adolescentes o adultos con autismo tienen un estrés equiparable a un soldado en combate”, cuenta, por eso es importante el apoyo a las familias y su inclusión en el abordaje del problema para que sepan mejor cómo manejar situaciones. En esa línea trabaja también la asociación Balancea, creada por ella y otras madres con hijos con autismo, para “dar respiro a los padres, ayudarlos con asesoramiento…”, en definitiva, para que sepan y sientan que no están solos.