Enganchados a las compras compulsivas

Fuenlabrada

En la sociedad del consumo en que vivimos, rodeados de incentivos para comprar cualquier cosa, hay personas que se reconocen ‘enganchadas’ a las compras, pero ¿cuándo se trata de una actitud consumista algo desfasada y cuándo estamos ante un trastorno del comportamiento?

Es la importante distinción que hace la psicóloga Rosana Pereira, del gabinete psicológico Haztúa Psicología Positiva, situado en Fuenlabrada. Así, habla de trastorno cuando la persona compra cosas sin planificarlo, de forma impulsiva, acumulando objetos que ni quiera se llegan a desenvolver nunca. Si a esto le sumamos que esconden a la familia lo que han adquirido, conscientes de que una vez más han comprado algo que no necesitan, “el problema empieza a ser serio”. Y en la actualidad, estas conductas se ven agravadas aún más por la facilidad de hacer compras online.

Cuando compramos, dice Pereira, tenemos en principio una sensación de euforia y bienestar. “Nuestro cuerpo libera dopamina que nos genera placer y nos hace sentir bien, pero se trata de una satisfacción corta, porque enseguida analizamos que no era algo necesario y también pensamos en lo que nos hemos gastado” con los consiguientes remordimientos, explica.

Este comportamiento cubre problemas emocionales o situaciones conflictivas que vivimos e intentamos ‘tapar’ con el alivio que nos produce comprar. Pero los problemas económicos que puede llegar a generar o las mentiras que la persona se obliga a contar, generan más ansiedad y agravan el problema, lejos de solucionarlo.

Qué hacer

Por eso, Pereira, recomienda en caso de tratarse de un trastorno de la conducta acudir a un profesional, un psicólogo, para descubrir qué hay detrás de esta conducta e intentar encauzarla. Si no hubiera más que un consumo algo desmesurado, nosotros mismos tendremos que ser capaces de analizar que tenemos un problema, cuál es la motivación de estas compras y ver cómo afrontar la situación.

Entre los consejos para no hacer compras sin sentido y de forma continua, Pereira, recomienda, empezar por tomar conciencia de que saciamos nuestra insatisfacción comprando, después tomar medidas, como no darnos de alta en páginas de compra online, llevar un presupuesto fijado de lo que puedo adquirir y buscar alternativas para sentirnos bien sin tener que consumir. “Ir a un concierto con amigos, a comer, ir al gimnasio…, cualquier cosa que nos ofrezca satisfacción y no nos suponga comprar algo”.