Madrid

Es curioso escuchar hablar a Nuria González. Cuando empieza a reflexionar, en un primer momento, no se cree que su vida - por lo menos la laboral - está llena de anécdotas. Después su lengua no para.

Conseguimos hacer que se parara un poco, durante una hora y que nos concediera una entrevista para explicarnos cómo era posible que bebés de muy corta edad, apenas unas horas aparecieran en el cine haciendo de sí mismos. Esa era nuestra intención, pero antes nos contó multitud de otras historias. Vamos a resumir unas cuantas.

"El cine es una coartada para todo"

Nos relata, mientras contesta a decenas de mensajes de whatsapp, que su afición comenzó en su pueblo de Valladolid: "nos llevaban al Cine Avenida, donde exhibían películas en sesión contínua. Aún hoy en verano, no me pierdo los estrenos. Y eso que no tengo acciones" añade risueña. Y en la televisión se tragaba con su hermana ciclos enteros de Estrellita Castro en la Segunda Cadena, o películas de Errol Flynn por la tarde. Así que llegó un punto en su vida, que casi por casualidad entró en el círculo de amigos de la Alex de la Iglesia. Una cosa le llevó a la otra, y de repente tenía una agencia de figuración. La llamó La Coartada :"el cine siempre ha sido una coartada. Decías que te ibas al cine con tus amigas, y habías quedado con un chico o una chica. El cine también ha sido la coartada par los comienzos de una relación amorosa. Me pareció bonita y muy romántico denominar así mi oficina.

Una gallina, y un rabino

Todas las películas necesitan a sus figurantes, si no es una cortesana, es un soldado que se muere en una batalla, una señora que cruza la calle con un carrito, o una pareja que discute en un bar. "Cualquiera es bienvenido" explica Nuria González. No se necesitan grandes dotes artísticas para hacer tales roles. A veces las personas sorprenden, hay gente a la que se le da muy bien y tiene talento innato. Es el caso de las personas mayores o los niños. De ahí que en algunos casos puedan hacer figuraciones especiales, como frases, que se denominan "pequeña parte. " No a todos los grandes actores les gusta contar que comenzaron así, pero echando la vista atrás podemos encontrar papeles de apenas veinte segundo de estrellas del séptimo arte años después.

En una ocasión, nos detalla esta directora de casting, "tuvimos que ir a buscar a una aldea de Galicia a una mujer que conseguía dormir en su regazo a una gallina". Ese tipo de encomiendas raras son las más interesantes, para ella, y las que hacen de su oficio una labor casi obsesiva. "En otra ocasión para una serie, nos tocó encontrar a una rabino que sabía leer los salmos de la Torá como en la Edad Media. Nos tuvimos que recorrer todas las sinagogas, hasta que lo encontramos"

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Y los bebés, ¿se alquilan?

"¡Ay! el escamoso asunto de los bebés!" espeta la fundadora de La Coartada, "cuando nos piden un bebé recién nacido, explicamos que son demasiado delicados. Así que tendemos a buscar a bebés de dos meses que todavía son pequeños." Sin embargo, relata que hace veinticinco años para Mar Adentro "nos metimos en el Hospital de Móstoles, consultamos con varias de las madres que iban a dar a luz, y con la primera que lo hizo, rodamos unas secuencias con el recién nacido en los brazos de Belén Rueda"