Madrid

"Yo era un pillo, un granujilla al que le gustaba mucho hacer chiquilladas", bromea Roque Baños (Jumilla, 1968), "a mis padres no les gustaba nada, y mi padre - que era músico amateur - vió el cielo abierto, cuando abrieron en mi pueblo una escuela de música. A mi no me interesaba nada. Sin embargo, tuve una revelación cuando ví al maestro de música tocar una escala al piano. Algo cambió en mí. Nunca después he dejado la música". Eso se nota al escuchar todas y cada una de las bandas sonoras que ha compuesto.

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'Carreteras secundarias'

Al volver de Boston (Estados Unidos) de estudiar en la prestigiosa Berklee College of Music, a finales de los años noventa, un amigo le presentó - también por casualidad- a un grupo de actores entre los cuales se encontraba Gabino Diego. Este le puso en contacto con el director Emilio Martínez Lázaro, que por entonces estaba rodando 'Carreteras secundarias' (1997). Se escuchó unas maquetas que Roque Baños había grabado, y enseguida le pidió que compusiera la banda sonora de su largometraje. Incluso, Antonio Resines, que protagonizaba la cinta, dijo que si era necesario, él pondría dinero para la colaboración del músico. Al parecer, la grabación de la banda sonora con una orquesta sinfónica superaba el presupuesto. Ello le introdujo de lleno en el mundo del cine y siguió componiendo para otros: Alex de la Iglesia, Daniel Monzón o Alejandro Amenábar que empezaban a despuntar.

Cuando le pregunto en qué se inspira cuando acepta un proyecto y cómo le vienen las ideas, se ríe. "En cualquier momento, me llega un pensamiento. Igual estoy en un parque, o por la calle. Si no estoy ante el piano, me envío notas de voz y me grabo canturreando unos acordes. Luego, en mi estudio plasmo ese concepto en el pentagrama".

"Las imágenes con música cambian. ¡Es magia!".

La banda sonora es casi uno de los últimos conceptos que se añaden a una película. "Cuando está ya montada, suele haber una reunión con el director del film y a menudo con el equipo de montaje. Ahí se decide qué secuencias irán ilustradas con música. Es bastante aleatorio." Relata Baños que las veces que Alejandro Amenábar, con el que ha trabajado en tres ocasiones, le ha acompañado al visionado de distintas de sus películas, siempre ha acabado embelesado al presenciar las imágenes en movimiento que él ha rodado, unidas a la música evocadora. Amenabar - cuenta Baños - sostiene que es mágico.