El sexo en la tercera edad: ojo con las ETS
Un 75% de las personas entre 55 y 65 años nunca emplea preservativo en sus relaciones
Entrevistamos al geriatra Fran Soria sobre ETS en la tercera edad
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Fuenlabrada
El tabú de la sexualidad en la tercera edad es algo que vamos superando poco a poco pero que no se nos olvide la precaución por las enfermedades de trasmisión sexual (ETS).
Así nos lo recuerda Fran Soria, geriatra del Hospital Universitario 12 de Octubre y Hospital Universitario La Luz de Madrid, que recuerda, primero, los cambios que se producen en los mayores en el aparato genital. “En los varones, la respuesta sexual más lenta, con retraso en la respuesta eréctil, así como en la excitación; mientras, en las mujeres, se sufren cambios en la elasticidad y sequedad en las partes síntomas con retraso en la excitación”, enumera pero deja claro que “esos cambios no conllevan el final de la vida en pareja, solamente que con mayor paciencia y entendiendo que se trata de un momento distinto de la vida”.
Como geriatra, entona también el ‘mea culpa’ y reconoce que habitualmente “los médicos no tomamos en cuenta la vida sexual al valorar a nuestros pacientes”.
E incide especialmente en la vida de pareja tras cirugías de cadera con reemplazo pues es “una de las situaciones donde más dudas se generan”.
El geriatra también analiza otro aspecto interesante, si la sexualidad puede verse afectada por el deterioro cognitivo, “Es común la presencia de síntomas de la conducta sexual en pacientes con demencia por lo que deben estar incluidos en las estrategias farmacológicas y no farmacológicas. Por otra parte, existen estudios en donde la ausencia de deterioro cognitivo se relaciona a habilidad a sobreponerse a los tabúes de la sexualidad en el mayor y expresar una conducta sexual sana”, recuerda.
ETS: igual peligro, menos precaución
Sobre la prevalencia de enfermedades de trasmisión sexual se remite al boletín de enfermedades de trasmisión sexual del Ministerio de Salud en el que “para todas las ETS se observa una mayor afectación en hombres que en mujeres”.
De hecho, aunque sea desconocido, los mayores son más susceptibles a las enfermedades de trasmisión sexual. “La disminución del sistema inmunológico hace a los mayores más susceptibles al VIH y las enfermedades de trasmisión sexual pero si comparamos a los mayores con otras edades, “la prevalencia es semejante”.
La explicación es sencilla, aunque errónea, “los mayores tienen barreras particulares en cuanto a la aplicación de medidas de prevención sexual y tienen la falsa asunción de que en relaciones estables no se debe usar prevención”. También hay aspectos como la necesidad de búsqueda de “vínculos afectivos-sexuales tras el divorcio o la viudez, olvidando la importancia de la prevención”. “Además, en encuestas publicadas en España recientemente revelan que un 75% de las personas de entre 55 y 65 años no emplea nunca o casi nunca el preservativo en sus relaciones sexuales, según los datos del XII Barómetro Españoles y el sexo”, añade y concluye Soria que “por ello hay que garantizar una vida sexual sana, así como mantener la prevención de enfermedades de trasmisión sexual en cualquier edad de la vida”.
