Los trabajadores de Corrugados se concentran este martes contra el “bloqueo” de la negociación del ERE

Getafe

Tras el anuncio del cierre de la acerera Corrugados en Getafe después de años de presión vecinal, los sindicatos siguen negociando las condiciones del ERE que, en principio, extinga los 150 puestos de trabajo de la fábrica y concluya con su actividad tras más de 75 años. Sin embargo, las conversaciones no van por buen camino.

El Comité de Empresa ha convocado para este martes a las 11:00 horas a las puertas de la fábrica una concentración con la que quieren reclamar el apoyo de toda la sociedad y presionar a la empresa para que mejore su oferta. José Lagos, presidente del comité, señala que dos semanas después del inicio de las negociaciones los representantes de los trabajadores “no reconocen las causas del ERE” y acusan a la empresa de “no presentar alternativas viables” para el mantenimiento de los puestos de trabajo.

Además, en materia de indemnizaciones, los sindicatos creen que la propuesta es “algo completamente irrisorio” para una plantilla “que tiene una difícil salida en el mundo laboral”, ya que recuerdan que “no hay nada parecido” a su actividad de producción de acero en toda la Comunidad de Madrid.

El Comité de Empresa también ha emitido un comunicado en el que acusa a la empresa de mantener una “postura de bloqueo” en la negociación, una situación que “es insostenible y pone en riesgo el futuro de muchas familias, así como del tejido económico y social de nuestra comarca”. Por ello, han solicitado “la solidaridad activa” de todas las fuerzas sociales para que este proceso “finalice con un acuerdo justo y con garantías reales para la plantilla”.

Causas del cierre, según la empresa

Cabe recordar que el Grupo Industrial CL, propietario de Corrugados Getafe desde hace cinco años, explicó los que a su juicio son los motivos que han llevado a la clausura de la planta. Por una parte la empresa habla de "presión vecinal", aunque no lo une a las múltiples protestas de los últimos años, sino al crecimiento demográfico de Getafe que ha acercado las viviendas a apenas unos cientos de metros de la fábrica (en los años 60, cuando nació Corrugados, no había viviendas cercanas).

El grupo empresarial también señala el endurecimiento legal de la Comunidad de Madrid, que desde el año pasado impide a la acerera operar por la noche, cuando más barata es la energía que alimenta la planta y que "supone un obstáculo insalvable para la continuidad de la actividad". Por último, "la estrategia arancelaria impulsada por el actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump", ha provocado que muchos productores de acero asiáticos vendan más a Europa que a América, generando "una competencia que compromete aún más la viabilidad de la planta de Getafe".

Por su parte los trabajadores mantuvieron desde el principio que el cierre respondía a "un pelotazo urbanístico" promovido por el Ayuntamiento de Getafe y la Comunidad de Madrid y con la inacción de la empresa, a la que acusaban de no haber buscado alternativas para mantener la producción industrial.