El lenguaje del cuerpo, cuando los gestos comunican más que las palabras
Los movimientos, expresiones y posturas pueden reforzar o contradecir nuestro mensaje. Saber usarlos bien marca la diferencia entre conectar o confundir

Espacio de Comunicación: El lenguaje del cuerpo, cuando los gestos comunican más que las palabras
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Alcobendas
Cuando hablamos, no solo lo hacemos con palabras. Nuestros gestos, posturas y expresiones faciales también forman parte del mensaje, a veces con más fuerza que el propio lenguaje verbal. Pero, ¿los gestos realmente ayudan a comunicarnos mejor o pueden llegar a distraer al interlocutor?
En la sección de Comunicación con Sarah Baglietto, hoy analizamos qué papel juega el cuerpo en nuestras conversaciones. Los estudios coinciden: una buena parte de la información que transmitimos lo hacemos sin decir una sola palabra. Asentir, fruncir el ceño, mover las manos o simplemente mantener la mirada pueden reforzar un mensaje... o contradecirlo por completo.
Entonces, ¿cuándo ayudan y cuándo perjudican? Si acompañan al discurso de forma coherente —por ejemplo, al enfatizar una idea o señalar una dirección— suelen facilitar la comprensión. En cambio, los movimientos constantes o innecesarios pueden confundir, distraer o incluso generar desconfianza.
Además, el cuerpo sigue hablando incluso cuando callamos. La forma en la que nos sentamos, el espacio que ocupamos, hacia dónde dirigimos la mirada o cómo colocamos los brazos puede revelar inseguridad, autoridad, interés o desconexión.
La clave, según Sarah Baglietto, está en ser conscientes de nuestra comunicación no verbal y aprender a integrarla de forma natural con nuestras palabras. Porque, aunque no siempre lo pensemos, estamos comunicando todo el tiempo… incluso en silencio.

Nacho López Llandres
Desde 2005 presento el tramo local de Hoy por Hoy en la zona norte de Madrid, además de contar noticias...




