Música de cine : 'Componemos una banda sonora en dos meses como mucho. Trabajamos bajo presión'
Isabel Royan es pianista, compositora y orquestradora y dice sentirse mejor en los proyectos más íntimistas

'Mi música es sensible y hacia dentro, un poco como yo'
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Madrid
Velintonia 3 es una película documental sobre la casa de Vicente Aleixandre en Madrid. Recientemente, el gobierno autonómico se ha convertido en propietario de este inmueble en el que durante 50 años el premio Nobel de Literatura invitó a poetas de varias generaciones. Tras 40 años de clausura y abandono, será reconvertida en la Casa de la Poesía.
El cineasta Javier Vila filmó un documental, cuya música es de Isabel Royan: 'el director me pidió que los sonidos de la casa fueran un personaje más en la música. Así que se oyen las puertas, los timbres, los pasos. Había que hacer sonar la casa. Me encantó hacer ese experimento'. Nacida y formada en Málaga, y en muchos otros sitios, nuestra autora ha recibido además las nominaciones a los Premios Carmen 2025 en la categoría de Mejor Música Original por su banda sonora para Las chicas de la estación(Juana Macías) y en 2024 por Alimañas(Jordi Sánchez y Pep Antón), así como a los Premios Berlanga 2024 por su música para la película Olvido(Inés París).
Barro
Olvido cuenta una investigación periodística y policial durante la gran inundación de Valencia en el año 1957, en la cual murieron al menos ochenta personas. De nuevo, Isabel Royan involucrada en una película 'menor',(tuvo un presupuesto de casi dos millones de euros en comparación con Padre no hay más que uno que llegó a los doce millones), 'había que contar la historia de la protagonista, pero también tenía que hacerse presente el olor, la humedad y el barro que se pega a todo'. Añade que se encuentra a gusto en películas - ella suele decir 'proyectos - oscuras. 'Pese a que sería capaz de componer la banda sonora de una película en la que primara el reguetón, no me sentiría a gusto haciéndolo y no brillaría la idea. Como soy muy honesta lo descartaría, se lo diría al director'.
Dos meses para componer una banda sonora
Aunque para muchos no tiene sentido, la música de una película se incluye dentro de las categorías técnicas, como si fuera el sonido o la iluminación. Pese a que en muchos casos, las notas iluminan un largometraje y sino imagínense La muerte tenía un precio sin el silbido, Star Wars sin la Marcha Imperial o Cantando bajo la lluvia sin el 'du, du, ru du' de Gene Kelly, los músicos son artistas. Artistas que no esperan a que las hadas de la inspiración les animen. Todo lo contrario. Trabajan casi a destajo y contra el tiempo. 'Nos encantaría que no se nos avisara al final, cuando la película está casi montada y tener más margen para trabajar sin el agua al cuello'. ¿A quien les gusta trabajar a contrarreloj, encima, cargando con la responsabilidad de ponerle música a las emociones de una película? Contando además con que cada corte se adapte a la medida de cada secuencia.
Según datos recopilados por Mundo BSO, en los últimos años ha habido un aumento significativo en la presencia de compositoras en el cine español. En 2023, por ejemplo, en tres de las cuatro películas de ficción estrenadas en un mismo día, la música fue compuesta por mujeres. Pero ese informe no dice cómo compatibilizaron, la maternidad con la composición, ni con la cuota de autónomos, por ejemplo.

Myriam Soto
Redactora de Radio Madrid




