Ruta por la Cañada de las Merinas: historia viva de la trashumancia en la Sierra Norte

Buitrago de Lozoya

En nuestra sección de rutas de SER Madrid Norte, nos acompaña David Pajares, técnico del Centro de Innovación Turística Villa San Roque, para descubrir una propuesta con gran valor histórico y paisajístico: la Cañada de las Merinas.

Se trata de una ruta que recorre parte de una de las cañadas con más tradición del centro peninsular, donde la trashumancia —una de las actividades económicas más importantes de la Sierra Norte durante siglos— ha dejado una huella imborrable. Por aquí transitaban cada año miles de cabezas de ganado, que subían a pastar en las laderas, collados y puertos serranos durante el verano.

La ruta puede iniciarse tanto en Bustarviejo como en Buitrago del Lozoya, aunque en esta ocasión comenzamos en Buitrago, localidad conocida por su impresionante muralla medieval, declarada Monumento Nacional. Desde la Plaza Picasso, siguiendo la Señal Vertical SN101, nos incorporamos a la Cañada Real Segoviana, en dirección a El Cuadrón.

Entre encinas y robles, el camino asciende suavemente, regalando bellas panorámicas del embalse de Riosequillo. Al llegar a El Cuadrón, seguimos la Cañada Real Garganta de los Montes, pasando por el CEA Valle del Lozoya y ascendiendo hasta el collado del Portachuelo, desde donde se abre la vista hacia la Sierra de la Cabrera. La senda bordea la ladera de Peña Negra y nos lleva junto a un antiguo penal de la posguerra, vestigio de la historia más reciente.

Uno de los puntos con más historia es el collado del Medio Celemín, donde antaño se cobraba un portazgo —un impuesto a los pastores— consistente en medio celemín de trigo por atravesar las tierras del señorío de Buitrago.

Desde allí, el camino discurre llaneando por las faldas de Peña Negra y el Mondalindo, hasta llegar a Bustarviejo, una encantadora localidad serrana que pone el broche final a esta ruta llena de naturaleza, patrimonio y memoria viva de la trashumancia.