Comienza la campaña de vacunación de la gripe y la COVID-19: ¿por qué debemos vacunarnos?

Fuenlabrada

A medidas que envejecemos, nuestro sistema inmunitario no responde tan bien a las enfermedades y afecciones que pueden ser leves o moderadas se pueden convertir en algo grave, por lo que es importante que mantengamos al día el calendario de vacunación recomendado. Así lo explica Fran Soria, geriatra del Hospital 12 de Octubre y el Hospital La Luz, el día en que arranca la campaña de vacunación de la Comunidad de Madrid. Soria recuerda que hay algunas enfermedades prevenibles mediante vacunas, enfermedades que son particularmente prevalentes y graves en los adultos mayores, como la infección por la influenza (gripe) o por el virus del herpes.

En este periodo la recomendación es que los mayores de 60 años se vacunen frente a la gripe, el neumococo y tétanos-difteria. Además, teniendo en cuenta que las personas mayores son más vulnerables a la COVID-19, también se consideran “un grupo prioritario para vacunarse contra esta enfermedad”, afirma el doctor.

Si la vacuna de la gripe se administra cada año durante la campaña otoño-invierno, otras como la del neumococo se ponen una vez en la vida, “específicamente hablando de la vacuna VNP23 (con dosis de recuerdo al menos cinco años después de la primera dosis) y las vacunas VCN-VNP23, separadas 12 meses, para otros grupos vulnerables, indica.

Herpes zoster y tétanos

Además, explica que a los 65 años, y según el año de nacimiento de cada persona, se debe administrar la vacuna frente al herpes zoster, aunque algunos programas de vacunación también incluyen a personas de 66 y más años. La pauta son dos dosis, con un intervalo de 2 meses entre ambas. “Es importante porque el herpes zoster, muchas veces, provoca mucho dolor durante y días después de padecerlo” y con las edades más avanzadas, el problema y la dolencia, es mayor. La vacuna reduce la probabilidad de padecerlo y en caso de tenerlo hace que sea más leve.

En el caso del tétanos, si la vacunación se inicia en edad adulta, la pauta consiste en tres dosis (0, 1 mes, 6-12 meses). La dosis de recuerdo se produce después de la primera vacuna, con una cada diez años hasta completar un total de cinco dosis. El refuerzo adicional se realiza cuando ya se han administrado las cinco dosis, es entonces cuando se pone la última de refuerzo a los 65 años.