La ganadería extensiva, clave para la biodiversidad y la salud de los ecosistemas en la Sierra de Madrid
La presencia de ganado favorece paisajes abiertos, más biodiversidad y una eliminación más eficiente de la carroña en los ecosistemas
La ganadería extensiva, clave para la biodiversidad y la salud de los ecosistemas en la Sierra de Madrid
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Colmenar Viejo
El abandono del campo es un fenómeno cada vez más extendido en las zonas rurales de Europa y España no es una excepción. En áreas de montaña, como la Sierra de Madrid, la ganadería extensiva ha sido históricamente una actividad fundamental en territorios poco aptos para la agricultura. Sin embargo, la baja rentabilidad de las explotaciones, especialmente las familiares, la falta de relevo generacional, el avance de la ganadería industrial y la dificultad para competir en un mercado global están llevando a este modelo tradicional a una situación crítica.
La desaparición de la ganadería extensiva no solo tiene consecuencias sociales y económicas, sino también ambientales. Cuando el ganado deja de pastar, los paisajes abiertos dominados por pastizales comienzan a cerrarse. Disminuye la presión de herbivoría y se pierde la gestión directa del territorio que ejercen los ganaderos y ganaderas, lo que favorece la expansión del matorral y, en muchos casos, del arbolado. Estos cambios en la estructura del hábitat tienen efectos directos sobre la biodiversidad y sobre el funcionamiento de los ecosistemas.
Un estudio reciente realizado en la Sierra de Madrid ha analizado cómo este abandono del campo afecta a las comunidades de vertebrados necrófagos, es decir, a las especies que se alimentan de carroña y desempeñan un papel esencial en la eliminación de cadáveres en el medio natural. Los resultados son claros: las zonas donde se mantiene la ganadería extensiva albergan comunidades de necrófagos más diversas, con numerosas especies de aves y mamíferos, y presentan una eliminación de la carroña mucho más eficiente.
Por el contrario, en las áreas abandonadas la diversidad de vertebrados carroñeros se empobrece, las comunidades pasan a estar dominadas principalmente por mamíferos y el proceso de eliminación de cadáveres se ralentiza de forma notable, con posibles consecuencias para la salud del ecosistema.
Estos hallazgos refuerzan una idea clave: la ganadería extensiva no solo contribuye a mantener vivos nuestros pueblos y paisajes, sino que resulta esencial para la conservación de la biodiversidad y para garantizar funciones ecológicas tan importantes como la eliminación natural de la carroña.
De todo ello hablamos esta semana en nuestra sección de Naturaleza, con Pablo Acebes, profesor titular del Departamento de Ecología de la Universidad Autónoma de Madrid y vecino de Colmenar Viejo.

Nacho López Llandres
Desde 2005 presento el tramo local de Hoy por Hoy en la zona norte de Madrid, además de contar noticias...




