Así es la UCI ‘amable’ del Hospital de Fuenlabrada
La unidad de cuidados intensivos fuenlabreña se ha convertido en una referencia para evitar las secuelas psicológicas tras recibir el alta
Entrevistamos a los doctores Carlos Velayos y Ángela Alonso de la UCI del Hospital U. de Fuenlabrada
Fuenlabrada
Hace once años la unidad de cuidados intensivos (UCI) del Hospital U. de Fuenlabrada decidió cambiar y dejar de ser ese espacio cerrado en el que se aparcaba a los pacientes conectados a maquinas, y convertirse en un lugar en el que, por supuesto, se busque la supervivencia del enfermo crítico, pero se eviten las secuelas psicológicas posteriores, el llamado síndrome post UCI, por esas condiciones tan agresivas.
Este final de año los profesionales de la UCI fuenlabreña publicaban un libro, primero en español, como primera referencia para que otras UCI tomen ejemplo.
En ‘Hoy por Hoy Madrid Sur’ hemos recibido a los doctores Carlos Velayos y Ángela Alonso, que junto con María Ángeles de la Torre, han escrito este volumen.
Los doctores Carlos Velayos y Ángela Alonso de la UCI del Hospital U. de Fuenlabrada / Cadena SER
El resumen no es complicado: los pacientes ingresados en UCI sufren unas consecuencias psicológicas debido a las agresivas condiciones de su ingreso y por ello hay que aplicar medidas para evitarlo.
Desde la UCI fuenlabreña parte este movimiento que defiende que los ingresados en UCI tienen necesidades físicas y psicológicas y “hay que atender ambas”, apunta Ángela Alonso.
Y para ello, entre otras cosas, hay que eliminar esa imagen de las UCI como un “lugar cerrado”, oscuro e inaccesible para los familiares.
“Nos hemos dado cuenta de que sobrevivir es imprescindible pero recuperar la calidad de vida para el paciente es fundamental. Es evitar el síndrome postUCI”, señala el doctor Velayos.
Pacientes que se olvidan de leer
Los estudios recogen los “costes de funcionalidad tras muchos días de ingreso tumbado en una cama, conectado a una serie de máquinas pero también otras secuelas que ni siquiera mirábamos antes y que son psicológicas y cognitivas”, explica la doctora Alonso que enumera consecuencias como “perdidas de memoria, realizar cuentas sencillas, leer, escribir….”
Entre los enemigos están el ‘delirium’ o la inmovilidad prolongada, y como aliados la presencia en la unidad de ”luz natural, no usar sujeciones mecánicas, facilitar la movilización, la presencia de los familiares…”.
Imagen de un paciente de UCI y un familiar en el Hospital de Fuenlabrada / HUF
En general el objetivo es evitar que el paciente vea este ingreso como una “experiencia negativa” por sentirse “solo y ver vulnerada su intimidad” lo que hace que viva el “ingreso como algo traumático”.
“No nos podemos olvidar que es una persona con necesidades de comunicación, de intimidad, familiares…”, apunta Velayos.
El siguiente paso es el seguimiento del paciente post UCI tras el alta y desde Fuenlabrada abogan porque sean los propios intensivistas en consultas específicas; así lo hacen desde 2018 en el centro fuenlabreño.
Fuenlabrada ha cerrado los boxes para dar más intimidad, tienen televisión, fomentan los paseos o movilización temprana, más horas de fisioterapeuta, el apoyo de psicólogos a familias y pacientes…. “Hemos avanzado mucho pero hay mucho por hacer”, concluye Velayos.
En 2024, 785 pacientes pasaron por la UCI del Hospital de Fuenlabrada con una estancia media de 4,45 días.
David Sañudo
David Sañudo es el director y presentador de...David Sañudo es el director y presentador de ‘Hoy por Hoy Madrid sur’ desde 2006; además es el responsable del pódcast semanal ‘Páginas de Historia’ en el que reseña y analiza novela y ensayos históricos.