La virtud aristotélica de la ministra de Transportes

Alicante

Siempre volvemos la vista a los clásicos, aunque parezca curioso, incluso para valorar el anuncio que ayer hacía la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, sobre los ocho trenes AVE desde Alicante y València que van a seguir llegando a la Estación de Atocha.

Aristóteles aseguraba que "la virtud es una disposición voluntaria adquirida, que consiste en un término medio entre dos extremos malos, el uno por exceso y el otro por defecto". Y por ello, hay que alabar que la ministra haya decidido mudar su postura inicial y escuchar las demandas que le llegaban desde nuestra autonomía.

Es cierto que la llegada de todos los AVE a Chamartín tenía sus inconvenientes y sus ventajas, entre ellas que permite conectar estos trenes con los que vienen del norte de España, lo cual, turísticamente, no nos viene mal. Pero también es cierto que la centralidad de Atocha tiene ventajas para el pasajero de negocios que en muchas ocasiones hace el trayecto de ida y vuelta en el mismo día.

Ahora, solo hay que pedirle a la ministra que ese término medio también lo mantenga a la hora de concretar el número de trenes que llegaran a Atocha; que haya un equilibrio entre los trenes que llegan desde Alicante y los que lo hacen desde la capital del Turia.