Los vecinos del Casco Antiguo esperan respuesta a las 250 quejas registradas por ruido y botellón

Alicante

Los vecinos del Casco Antiguo esperan respuesta del registro del Ayuntamiento de Alicante a las más de 250 quejas de residentes por ruido y botellón en la zona.

Se sienten frustrados y piden soluciones a los distintos problemas que padece el barrio. Entre ellos, el ruido estructural, en una zona muy saturada acústicamente y en la que los residentes y turistas, en días laborables, soportan hasta 80 decibelios que llegan a rozar los 100 durante los fines semana.

Los puntos que más sufren esta problemática son la calle Carmen, la Plaza de Quijano y Virgen de Belén. El presidente de la Asociación Laderas del Benacantil, Joaquín Gangoso, explica que la zona está llena de pubs sin control que no dejan descansar, muchos de ellos sin la insonorización obligada y con horarios impropios.

No entiende cómo en días laborables pueden cerrar a las tres y media de la madrugada y es por ello que los vecinos han pedido que el cierre se fije como máximo a medianoche "para poder acostarse a una hora razonable sin que le despierten ruidos". Y durante el fin de semana, hasta las dos de la madrugada.

El del ruido es un problema al que se añade el del botellón. Insisten al Ayuntamiento de Alicante en la necesidad de mayor presencia policial en la parte alta del centro histórico para evitar la congregación de jóvenes bebiendo, peleas, suciedad, amenazas a vecinos o vandalismo.

"Esto es la ley de la selva", ha dicho, y lamenta que el Casco Antiguo de Alicante no se pueda consolidar como una zona de residencia o de apartamentos turísticos por las incomodidades que hay que soportar y la degradación que supone. Por ello, a las 250 quejas remitidas a finales del año pasado han sumado un escrito dirigido al alcalde de Alicante exponiéndole la problemática y las posibles soluciones. Los vecinos, a pesar de todo, se muestran abiertos al diálogo y esperan una respuesta.