Los nutricionistas alertan de que la pandemia ha aumentado los trastornos de la conducta alimentaria

València

Los nutricionistas han alertado que la pandemia ha aumentado los trastornos de conducta alimentaria (TCA) y un empeoramiento de la alimentación en edades tempranas, según la segunda edición del Informe "¿Cómo comemos en la Comunitat Valenciana? .

El presidente del CODiNuCoVa, Luis Cabañas, ha explicado en la Ventana Comunitat Valenciana que, a pesar de que podían sospechar que la pandemia había influido para mal en la dieta, "los resultados son mucho peores de lo esperado", ya que de una puntuación media de 6 sobre 10, con la que partía la dieta de los valencianos en 2018, se ha descendido hasta un 3 cuatro años después.

"Ni siquiera rozamos el aprobado. Hemos dado demasiados pasos atrás en aspectos como el sedentarismo, la calidad de la alimentación, conductas sobre ella compulsivas y, al final, redunda en mayor obesidad", ha dicho Cabañas, quien ha recalcado que se ha perdido calidad de vida y, por tanto, "contamos estos pasos como años de vida potencialmente perdidos".

El presidente también ha recordado que aunque los datos oficiales indican que el sobrepeso afecta a un 36 % de la población valenciana y la obesidad a un 18 % de hombres y un 14 % de mujeres, "las cifras son con total seguridad superiores".

Junto al aumento de las consultas de casos de obesidad y sobrepeso también se han incrementado las de aquellas personas que padecen alguna enfermedad o problema de salud relacionado con la alimentación.

Cabañas ha añadido que comienza a calar el mensaje de que la alimentación es parte del tratamiento de determinadas patologías y que, la población demanda de la atención de un profesional de la alimentación para abordar estos problemas de salud, y ha añadido que lo conveniente sería que pudieran ser atendidos desde un centro de salud o un hospital público.

En el informe también se refleja que de los 18 a los 30 años los nutricionistas de la Comunitat detectan un aumento del consumo de pasta y arroz respecto a hace 4 años, y también de carne y de comida rápida y productos congelados.

Por ello consideran que las recomendaciones de las redes sociales y de los perfiles de influentes en estos canales son determinantes y tienen un peso importante en esta franja de edad. Los expertos han mostrado su preocupación ante los riesgos que para la salud de los jóvenes pueda acarrear el seguir ciertas pautas o consejos compartidos en redes sociales que en muchos casos no provienen de profesionales de la alimentación.

Respecto a la población de 30 a 45 años, se ha demostrado que mejoran en cierta medida los desayunos, aupados por una corriente saludable, pero empeoran las cenas por falta de tiempo y una vez más, malas elecciones en las compras.