Cuando el cine fue un cabaret

València

En uno de los cines más céntricos de València, en los cines Lys se ubicaba el mítico Cabaret: El Bataclan.

Sus antecedentes habría que buscarlos en el llamado en un primer momento Teatro Martí que los hermanos Vicente y José Martí habían instalado en 1916, en la calle de Pi y Margall, actual de Russafa.

Su decorado, obra del arquitecto valenciano Francisco Almenar, estaba basado en la moda del renacimiento francés, contando con reservados, sala-café y restaurante, de modo que vino a llenar las exigencias de la sociedad galante valenciana. Después cambió de propietario y pasó a dedicarse totalmente al género ínfimo, como se conocía entonces el espectáculo del cuplé. En 1917 fue arrendado por la empresa Sixtina de la que era gerente Juan Ripoll. En 1933 estuvo dirigido por el empresario J. Lliri.

El aforo era de unas 250 personas en la sección de butacas que eran de madera. En el piso superior estaban los palcos y el llamado “gallinero”. Se podría decir que el teatro tenía un aforo total de unas 400 localidades. El público era muy variado, predominando la clase media. Se puso de moda entre la gente de poblaciones cercanas.

Un género en auge

Tal fue el éxito popular que estas canciones tuvieron que hizo surgir numerosas artistas muy destacadas. Además, este género experimentó una clara evolución en la calidad de la letra y música, modificando asimismo su vestuario y suprimiendo los antiguos uniformes trajes con cintas, puntillas y lentejuelas, por elegantes y costosos modelos que llamaban la atención en la escena y resaltaban la labor del artista.

De este teatro se decía que, abría tarde, noche y madrugada hasta que sale el sol y un ratito más.

Cerca de 100 artistas

En algunos momentos el Bataclan llegó a contar con la presencia de casi 100 artistas entre los que destacaba la popular Cacharrera en un vodevil llamado Adán y Eva en automóvil. La entrada al Bataclan era libre, tan sólo se pagaba por una consumición que en el año 1920 era de dos pesetas. El champagne era la bebida que más corría, su presencia se haría habitual e imprescindible en todos los cabarets.

En 1928 actuaban Lolita Peiró, Conchita Franco, Chelo Torga, Caridad Rosique y Adelina Durán, con música de diferentes orquestas, especialmente la Grikett’s compuesta por señoritas norteamericanas. El horario de cierre se prolongaba hasta las cuatro de la madrugada.

Fueron muchas las vedettes que pasaron por el local con canciones muy conocidas como las picantes de La Pulga o Conductor, conductor, cuya letra se desarrollaba en un coche-cama.

El más popular

En su época el Bataclan se convirtió en el cabaret más popular de Valencia. Competía con otros como el Edén Concert, el Maxim’s, Salón El Dorado o el Sanghai. Cerró tras la guerra civil por el cambio del nuevo régimen y la presión franquista.

TEXTO: RAFA SOLAZ