El problema del Hércules, una cuestión de ciudad
La Columna de Carlos Arcaya: «El problema del Hércules, una cuestión de ciudad»
Alicante
Sería injusto culpar de lo que sucede con el club al alcalde Barcala, aunque desde las filas del PP hace unos días su presidente, Carlos Mazón, ya aseguró en otro alarde de oportunismo que la responsabilidad de todo lo que sucedía, antes de conocer la querella de la Fiscalía, era de Ximo Puig.
Hace un año, Ortiz ya le ganó un órdago al alcalde y a la corporación municipal cuando les respondió que, si consideraban que él era un estorbo y el Ayuntamiento no le apoyaba, les daba inmediatamente las llaves del club.
Ahora, el PSOE, en una propuesta digna de valorar, le dice a Barcala que lidere ese cambio que reclama la afición y que ellos le apoyarán políticamente. No se trata de que se inmiscuya en la gestión, se trata de que proactivamente defienda un "símbolo y una seña de identidad de la ciudad". Ganaría como alcalde que sabe arremangarse para solucionar problemas a un año de las elecciones.
Los menos futboleros pensarán que, como no teníamos bastantes cuestiones que chirrían en esta ciudad, ahora también hay que arreglar los problemas del fútbol. Y tienen razón, pero es que lo que ocurre con el Hércules es otro síntoma de los males de calado que nos aquejan y que se deben tratar como problemas de ciudad para poder avanzar sin remoras.