CEAR denuncia que en Alicante "son imposibles las citas previas por internet" al ser copadas por mafias y exige un sistema más garantista

Alicante

Quien busca asilo en Alicante no tiene acceso a una cita previa por internet. Es una de las conclusiones de CEAR, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, que ha presentado su vigésimo informe anual, y que en el ámbito nacional ha registrado un descenso del 26% de solicitudes con respecto al año anterior.

Pero lo que más destaca de esas solicitudes es la dificultad de tramitarles vía telemática, sobre todo en nuestra provincia, donde este problema ya lleva tiempo detectándose, según han puesto hoy de relieve los activistas de este organismo.

La provincia de Alicante recibió el año pasado 2.277 solicitudes de asilo y cuenta con 297 plazas de acogida.

Lo que más preocupa son los retrasos para acceder al manifiesto de solicitud de asilo y a las citas de formalización de la demanda, que en muchos casos son copadas por bots controlados por mafias. Y eso obliga a que los solicitantes tengan luego que comprarlas o conseguirlas por canales irregulares, explica la abogada de CEAR Alicante, Sonsoles Aldeguer.

Son dudosas prácticas que desde la Subdelegación del Gobierno de Alicante reconocen, y sobre las que fuentes de esta administración aseguran que están "trabajando para cambiar constantemente los criterios y evitar las argucias informáticas de las que se valen mafias operadas por ciertas consultorías". Y por ello CEAR exige otro sistema "más eficaz y garantista".

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El descenso nacional de solicitudes se atribuye a las condiciones dadas por la pandemia y la poca flexibilidad en la apertura de fronteras, pero también a los criterios restrictivos o la falta de intérpretes.

Por nacionalidades, los primeros puestos los ocupan procedentes de Venezuela y Colombia, aunque la cifra se haya reducido en un 55% y un 60%, respectivamente, seguidos de Marruecos y Mali.

Otra cuestión que han detectado en CEAR es la relacionada con el CREADE, que gestiona las solicitudes de protección temporal. A estas se acogen no solo los ucranianos que huyen de la guerra, sino los nacionales de terceros países con residencia en Ucrania previamente al 24 de febrero de 2022, pero a quienes "se les está denegando sistemáticamente", explica Aldeguer, sin que además haya constancia ninguna.