A Patricio García-Fayos, director del Centro de Investigación de la Desertificación de València, le preocupa que un día no tengamos agua
En el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, Patricio García-Fayos no explica de qué manera está afectando a la Comunitat Valenciana
València
Con motivo del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, en Hoy por Hoy Locos por Valencia hablamos con Patricio García-Fayos, director del CIDE, el centro de investigación de la desertificación de València.
Se trata de un centro mixto de investigación de titularidad compartida entre el CSIC, la Generalitat Valenciana y Universitat de València, que se dedica al estudio de las causas, factores y procesos de desertificación. El Centro dirige sus esfuerzos a la tipificación de los suelos y al estudio de los procesos de degradación de los mismos, al estudio de la ecología y evolución de las plantas, así como a analizar e integrar la información sobre el estado y dinámica de los distintos componentes del medio en cartografías temáticas, como base para la planificación territorial.
Según Patricio García, los factores que más contribuyen a la desertificación son el cambio climático, los incendios forestales cada vez más abundantes y de mayores proporciones y la contaminación de los suelos por el uso intensivo de los mismos.
El reciente borrador de la Estrategia Nacional de Lucha contra la Desertificación, revela de manera preocupante que casi tres cuartas partes del territorio español se encuentran en riesgo de desertificación, con un aumento importante de la aridez de los suelos de la Comunitat Valenciana.
García-Fayos y su equipo estudia la degradación de la tierra para entender qué está ocurriendo y poder predecir lo que puede ocurrir en el futuro y poder dar ideas para que los ecosistemas se vean menos perjudicados por el cambio climático. Si desaparecen determinados tipos de plantas, también desaparecerán muchas especies animales. Es una cadena.
El estudio de los incendios forestales, sus consecuencias y la recuperación del terreno también es motivo de estudio, por ejemplo, en una parcela de Llíria, para simular y estudiar las consecuencias de los distintos tipos de incendios.
Por último, García-Fayos opina que la desertificación la hemos heredado del uso intensivo de la agricultura en los siglos pasados, pero con el actual abandono de algunas zonas rurales, se está observando que se están recuperando.
El excesivo uso del agua también es un factor a tener en cuenta, puesto que llegará un momento en el que no tendremos suficiente para los usos actuales y futuros. Una cuestión que podría llegar a originar importantes conflictos.