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Las personas sedentarias pueden elevar hasta un 30% el riesgo de fallecimiento en comparación con una persona activa

El sedentarismo y la mala alimentación están disparando los casos de diabetes tipo 2

Las personas sedentarias pueden elevar hasta un 30% el riesgo de fallecimiento en comparación con una persona activa / Hospital IMSKE

València

Las personas que sufren diabetes tipo 2 acaban acumulando grasa en órganos como el hígado, el páncreas o el corazón. Los procesos inflamatorios se disparan, con el riesgo que conlleva de cronificarse y funcionar como precursores de enfermedades reumáticas o, en los casos más graves, incluso del cáncer. La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de que el sedentarismo y la mala alimentación está disparando los casos de diabetes tipo 2, patología que amenaza con convertirse en pandemia en las próximas décadas. En este sentido, añade, las personas con un nivel insuficiente de actividad física tienen un riesgo de muerte entre un 20% y un 30% mayor en comparación con las personas que alcanzan un nivel suficiente de actividad física.

Actividad física, la mejor prevención para la diabetes tipo 2

Las personas que sufren diabetes tipo 2 han ido desarrollando resistencia a la insulina a lo largo de los años. Factores de riesgo como el sedentarismo o una dieta que dispare los niveles de triglicéridos o no logre subir los niveles de “colesterol bueno” (HDL) son perfectamente prevenibles.

Vicent Tomás, nutricionista del Hospital IMSKE, destaca el papel fundamental de la actividad física en la prevención y control de la diabetes tipo 2. “La actividad debe ser combinada: ejercicio de fuerza con el que ganaremos masa muscular y ejercicio aeróbico”, puntualiza.

Tomás lamenta la tendencia al sedentarismo pues “estar muchas horas sentado dispara la resistencia a la insulina”.  En este sentido, el consumo de energía que se asocia a la actividad física favorece que “los nutrientes vayan a nuestras células y no se acumulen en forma de grasa”.

Vicent Tomás pone el foco en la importancia del tejido muscular, parte activa del sistema hormonal y capaz de aliviar procesos inflamatorios y subir la sensibilidad a la insulina. En relación con la concepción que la sociedad tiene de quién debe considerarse una persona activa, aclara que “una persona que va una hora al gimnasio pero el resto del día permanece sentada no es una persona activa y, a la larga, desarrollará resistencia a la insulina”.

El hospital IMSKE está especializado en el diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y readaptación  de patologías que afectan a articulaciones, huesos en general,  músculos  y demás partes blancas del cuerpo humano.