Expertos, estudiantes y empresas analizan en Alicante cómo la inteligencia artificial debe reforzar el bienestar de la humanidad
El Simposio Doctoral ELLIS 2022 se desarrolla a lo largo de esta semana en la Universidad de Alicante
Nuria Oliver, experta en inteligencia artificial (IA), vicepresidenta de ELLIS Europe y directora de ELLIS Alicante
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Alicante
Se trata del primer gran congreso que se celebra en España de la red europea de excelencia investigadora en inteligencia artificial ELLIS. En su seno, además de la participación de una veintena de empresas tecnológicas, entre ellas INTEL o Bosch, un grupo de expertos van a analizar la aplicación de la inteligencia artificial para el Bien Social.
En este punto, la primera pregunta que nos debemos hacer es qué entendemos por Bien Social y si la inteligencia artificial, lamentablemente, también se está utilizando para otros fines que no buscan precisamente el bienestar global. De esta opinión es la ingeniera, vicepresidenta de ELLIS Europe y directora de ELLIS Alicante, Nuria Oliver.
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Según una rápida definición por bienestar social podemos entender ese conjunto de necesidades, tanto individuales como colectivas, que hay que satisfacer. La sanidad y la salud, la seguridad, la educación son bienes sociales, pero también lo debe ser la conservación del planeta o más en concreto, la lucha contra el calentamiento global.
A lo largo de cinco jornadas, el simposio se convertirá en un lugar de encuentro para que los investigadores jóvenes y un grupo de científicos distinguidos puedan compartir y avanzar en el conocimiento de la IA aplicada a estos campos.
En la conversación con Oliver, en Hoy por Hoy Alicante, ha insistido en que la tecnología debe ser un motor de cambio social positivo. Con ella, asegura, podemos afrontar y superar los retos del siglo XXI y de esta forma, "crear un mundo mejor". En ese sentido, esta afirmación viene a contradecir esa visión pesimista, bastante extendida, según la cual, estamos condenados a vivir peor. A ello, a ese derrotismo, reconoce, puede haber contribuido la gran concentración de riqueza en una pequeña élite que ha dominado la transformación tecnológica.
Pero, además, no solo hay que conseguir que la inteligencia artificial nos ayude a tener un mundo mejor, también se trata de que la computación en la que se basa esta herramienta, tenga la menor huella de carbono posible.