"Yo quiero una pelota y paz para Ucrania", los niños ucranianos afincados en València escriben su carta a los Reyes Magos

València

Una pelota y paz para Ucrania, eso han pedido a los Reyes Magos Nikita y Eva, dos niños ucranianos de siete y cuatro años. Ellos y su madre Olena llegaron a València desde Kiev huyendo de la guerra y han sido acogidos por una familia de la capital del Túria. Las familias ucranianas, madres y menores refugiados en la Comunitat Valenciana, se preparan para pasar las primeras navidades fuera de su país, con la nostalgia de no estar con toda su familia y vivirlas fuera de casa, viendo las noticias que llegan de guerra y destrucción.

De los tres mil refugiados que llegaron hasta aquí, gracias a la ONG Juntos por la Vida, la mitad ha querido volver, a pesar de seguir siendo un país en el que la situación no mejora. Según Clara Arnal, presidenta de la Fundación Juntos por la Vida, la mitad de los que llegaron no se han podido adaptar bien en València porque, según explica, no han encontrado trabajo.

No es el caso de la madre de Nikita y Eva. Nueve meses después de dejar Kiew, Olena se siente feliz y segura en su familia de acogida, a la que no deja de dar las gracias. Ha dejado en su país a su marido, padres y hermano. Le costó adaptarse al principio, más que a sus hijos, y ahora aprende castellano y ha tenido algunos trabajos esporádicos, pero nada seguro. Todavía no quiere volver y se prepara para pasar las primeras navidades fuera de su hogar en Ucrania. Seran duras, dice, pero no puede estar más agradecida a su familia, a Marta Derqui, que le abrió las puertas de su casa para ocupar con sus hijos la única habitación libre de la casa. Seguramente ninguna de las dos familias, ni la valenciana ni la Ucraniana, olvidará jamás las fiestas de 2022.