Casi el 20% de los hombres jóvenes valencianos vive la masculinidad de acuerdo a la idea tradicional de "sexo fuerte"

València

El 13% de la población joven de la Comunitat Valenciana vive la masculinidad alineada con ideas tradicionales como la del "sexo fuerte", pero si segregamos los datos por géneros, el porcentaje entre los hombres crece hasta casi el 19%. Esa es una de las conclusiones del estudio 'Masculinidades juveniles en la Comunitat Valenciana', presentado este jueves en València.

La investigación, elaborada por el Centro Reina Sofía sobre adolescencia, se ha basado en una encuesta realizada a 400 jóvenes de entre 15 y 29 años de la Comunitat, y en ella se ha tratado de conocer también el impacto de vivir bajo roles tradicionales. Una de las principales consecuencias, según Anna Sanmartín, responsable de la investigación, es la infelicidad. Los hombres machistas "se declaran menos felices, declaran tener más problemas de salud mental, peores relaciones personales y están mucho más expuestos a la violencia".

Según el estudio, la violencia sufrida resulta también más habitual entre los hombres jóvenes que se enmarcan entre los conceptos más tradicionales que entre los que no, y lo mismo ocurre con la ejercida. Entre este grupo, uno de cada cuatro responde que "con frecuencia y mucha frecuencia" ejerció la violencia física, cerca del 20% se burló de alguien y el 17% insultó, se burló o amenazó a alguien por redes sociales o internet. Además, entre el 25% y el 30% de los chicos están de acuerdo con afirmaciones como “los hombres de verdad son heterosexuales”, “un hombre no debe ser afeminado” o “un hombre que no se defiende cuando otros abusan de él es débil".

A juicio de Sanmartín, el problema está en que falta definir qué tipo de masculinidad igualitaria queremos: "Necesitamos un modelo de qué es ser hombre que sea ético y estético, que uno quiera ser ese tipo de hombre". "Lo que mola sigue siendo muy casposo", asevera.

En su opinión, se ha avanzado muchísimo, pero hay "algunas cuestiones" que gozan de buena salud y afirma que "quiere pensar" que los jóvenes de entre 15 y 19 años "exacerban la hombría por la inseguridad de la adolescencia". "Ahí es donde hay que trabajar. Quiero pensar que con la edad, uno va madurando y se va pasando, aunque no siempre es así", concluye.