"El Valencia CF se va de cabeza a segunda, solo falta ponerle fecha al funeral"
La gestión de Lim ha sido tan negligente que esa no es la mayor preocupación para miles de valencianistas
Valencia
Solo falta poner la fecha al funeral. Porque el equipo está muerto. Muerto. Bloqueado. No transmite convencimiento, ni agresividad, ni ninguna de las varias virtudes que, por ejemplo, tuvieron el Valladolid o el Mallorca para tumbar esta jornada a Real Sociedad y Real Madrid, respectivamente. El Valencia no compite. El domingo fue peor que en Valladolid. Y no hay ningún motivo objetivo para pensar que el sábado será mejor que en Montilivi.
Probablemente, con viento a favor las cosas serían diferentes. Pero ahora sopla en contra. Totalmente en contra. La plantilla es muy joven, la más joven de Primera, y ha entrado en pánico. Los jugadores dan la impresión de haber colapsado tras la dimisión (vestida de salida pactada) de Gattuso, gran referente y líder de un vestuario en su mayoría bisoño e inexperto. Alguno de esos futbolistas ha despertado del plácido letargo que provocó a nivel interno el 3-0 al Betis previo al Mundial de Qatar y se ha encontrado de forma súbita con el Valencia a un punto del descenso. La clasificación es mucho mejor que las sensaciones.
Voro no acabará la temporada
El grupo es víctima del sudoku y la negligencia en la gestión de la temporada por parte del club. Voro les pide algo completamente diferente a lo trabajado con Gattuso. Quiere defender, juntar líneas, apuesta por partidos cerrados... pero ayer el Girona parecía el Milan de Sacchi y Mamardashvili, otra vez, suturó lo que pudo haber sido una goleada de escándalo.
Gennaro Gattuso, como siempre les hemos dicho, no había trabajado lo suficiente con los chavales a nivel defensivo. Ese mismo problema se lo encontrará el entrenador que vendrá después de Voro para acabar la temporada. Porque Voro no acabará la temporada. Voro, de hecho, ayer debió dejar de ser primer entrenador del Valencia después de la rueda de prensa que ofreció en Montilivi. Y el que venga se encontrará, sobre todo, una plantilla con enormes carencias si de lo que se trata es de defender, apretar el trasero y no encajar goles. En una palabra: competir.
Por eso es incomprensible, negligente e indefendible que el Valencia no se haya reforzado en invierno. La deriva -futbolística y, sobre todo, emocional-, del equipo va a hacer cada vez más evidente que hacía mucha falta lo que casi todos veíamos desde el 31 de agosto. Los responsables de la barbaridad no ofrecieron ni un argumento creíble o entendible en la rueda de prensa el pasado día 1 de febrero que justifique la omisión en el deber de socorro que necesitaba esa plantilla. En el pecado llevan la penitencia.
En una circunstancia deportiva así, crítica como pocas, me atrevería a decir que solo comparable a 1986 y 2008 (teniendo en cuenta que Koeman disponía de una plantilla infinitamente mejor que Gattuso), solo Mestalla podría salvar al Valencia del descenso. En un escenario social normal, el embrujo y el calor de la afición harían que el equipo volara durante los nueve partidos que le quedan como local. La mística del estadio proporcionaría varios de esos 20 puntos que necesita el murciélago. Seguro. Pero no es el caso.
Gestión ruinosa de Lim
La gestión de Lim ha sido tan ruinosa, tan pasota, tan desafiante, tan desahogada, tan incapaz... que el descenso ya no es la mayor preocupación para miles de valencianistas. Han pasado a otro nivel y es perfectamente comprensible. Piensan en el club antes que en el equipo. Aunque no hay ninguna prueba objetiva de ello, están convencidos de que una hipotética pérdida de categoría haría que Meriton venda y le dan más importancia a manifestarse el sábado que a entrar al estadio en el minuto uno. Es su forma de ayudar. Y todas son válidas. Tan legítimo es el valencianismo de Voro, como el del aficionado de Grada La Mar que el sábado entre en el minuto uno, como el de Libertad VCF, como el de la aficionada de Anfiteatro que se quede fuera hasta el 19 y pase al estadio en el 20. Aunque la desesperación empuje a buscar culpables, no lo hagamos por aquí. Será un error.
Colapso en el césped, negligencia e inacción de la parcela deportiva, falta de experiencia en el vestuario, bloqueo mental/emocional de los jugadores y un Mestalla que ya no late como antaño porque Meriton le ha secado el alma a base de disgustos y desengaños. Además, a diferencia de Montilivi, Zorrilla, el Nuevo Mirandilla o Balaídos es un estadio dividido. No vamos todos a una. Empezando por el sábado. Pensando en el bien del Valencia, sintiendo que están haciendo lo adecuado, unos empujarán desde fuera creyendo que así pueden recuperar el club y otros lo harán desde dentro buscando sostener a los chavales en su caída libre. Me duele el alma escribirlo, pero lo tengo claro: solo falta la fecha del funeral.
Especial - Crisis en el Valencia CF - SER Deportivos (01-02-2023
03:30:53
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Fran Guaita
Jefe de Deportes en Radio Valencia y director de SER Deportivos Valencia