Hoy por Hoy Benidorm
Historia

La Copa de Dionisos, la pieza ‘picante’ del Vilamuseu

Antonio Espinosa: “Los griegos tenían un concepto de la sexualidad muy abierto y libre”

Entrevista Antonio Espinosa en Hoy por Hoy Benidorm

La Vila Joiosa

En la sección de ‘Allon, la perla de la Marina Baixa’ hemos analizado junto a Antonio Espinosa, arqueólogo y director de Vilamuseu, el periodo griego de la Vila Joiosa a través de la copa de Dionisos.

Allonis, una posible colonia griega

Nos cuenta Antonio que muchos historiadores afirman que en el siglo V Allonis se convirtió en una colonia griega, otros no lo creen, pero de lo que no hay duda es que se encontraron muchas piezas griegas en Allon, y una de ellas, es la copa de Dionisos, “que sería el Bacco de los romanos, es decir, el Dios de las juergas”.

Copa de Dionisos

Es una pieza griega de finales del s. VI a. C. o la primera mitad del s. V a. C. elaborada en la técnica denominada “de figuras negras”. Las piezas de figuras negras son escasas en la Península Ibérica, fuera de algunos puntos como las colonias griegas del golfo de Rosas (Gerona), pero en la Vila tenemos varios ejemplares. Esto puede tener relación con Alonís, el nombre griego de la ciudad íbera y romana que hubo aquí, Álon o Allon. Alonís se menciona en las fuentes antiguas como “isla y ciudad de Massalia (Marsella)” y, por tanto, es posible que hubiera una presencia permanente de población griega en el lugar, justamente en la época en la que llegó nuestra copa a una tumba de la gran necrópolis de Poble Nou.

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Una escena “un poco verde”

La escena que se representa en las dos caras de esta copa, a los ojos de un griego, resultaba divertida: dos ménades, o mujeres del séquito de Dionisos avanzan danzando y tocando los crótalos que marcan el ritmo de la marcha. Se decía que las ménades eran locas, violentas y salvajes, que incluso tomaban drogas alucinógenas, practicaban sexo desenfrenado y que no se podía razonar con ellas. En medio de ellas, vemos al propio dios, borracho, tan borracho que no puede andar por sí mismo y no tienen más remedio que subirlo a lomos de un asno. Pero incluso el asno es presa de los efectos del alcohol, que le ha provocado una evidente erección. Y enmarcándolo todo, pámpanos de vid.

El vino y la vida La copa tenía dos usos en la antigüedad: para beber vino y, una vez muerto, para que te lo derramen sobre la tumba. Para los antiguos (como más tarde para los cristianos) el vino era una especie de sustituto de la sangre, y por eso se vertía sobre los restos de los difuntos, para ayudar a que tuvieran una vida en el más allá. Eso explica la presencia de esta copa en la tumba 10 del sector Dr. Fleming de la necrópolis de Poble Nou.

Laura Núñez Huesca

Redactora en Radio Benidorm, dirige y presenta...