Ni antes ni ahora: nunca ha habido “turismofobia” en la Comunitat Valenciana

Alicante

Nunca ha habido aversión al turismo en la Comunitat Valenciana. Ni antes -cuando había quien intentaba "demonizar el sol y playa"- ni ahora -a pesar de que el candidato del PP a la presidencia de la Generalitat, Carlos Mazón, diga que impera el discurso "turismofóbico"-.

Los datos lo demuestran. En 2022, el aeropuerto de Alicante se acercó a las cifras de pasajeros de 2019 y en los meses de enero y febrero ya se han superado las cifras prepandémicas, por no hablar de las previsiones de ocupación para Semana Santa.

El problema no es el manido "impuesto turístico", del que se llegó a hablar de que solo el efecto llamada iba a mermar las cifras de turistas en la Comunitat Valenciana y que no lo va a aplicar ningún ayuntamiento salvo el de València, si gana Ribó.

Evidentemente, hay que cuidar -si quieren mimar- al turismo, pero también hay que anticiparse a las consecuencias que pueda provocar el calentamiento global y hay que apostar por una economía equilibrada y moderna y no totalmente escorada hacia este sector y la construcción. Por no hablar de las consecuencias en las ciudades de la gentrificación turística.