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Los buitres leonados pueden desplazarse hasta 10.000 kilómetros en un año

Es el resultado de un estudio liderado por el equipo de investigación de la Universidad Miguel Hernández de Elche

Buitre leonado volando

Un equipo liderado por la Universidad Miguel Hernández de Elche ha analizado los patrones básicos de movimiento de varias poblaciones de buitres leonados en España. Los datos obtenidos indican que estas aves se mueven a lo largo del año por áreas muy extensas que alcanzan los 5.000 km cuadrados de media pero que, en ocasiones, se acercan a los 10.000 km cuadrados. Además, pueden llegar a desplazarse una media de 1.700 kilómetros al mes.

El análisis de los datos reveló importantes diferencias en el área de campeo de los ejemplares en función de distintos factores, como el área de cría, la estacionalidad o el sexo del individuo. Por ejemplo, los individuos de las regiones de cría situadas más al norte, en los Pirineos, valle del Ebro o el Sistema Central, mostraron áreas de campeo más pequeñas y recorrieron distancias mensuales más cortas que las poblaciones situadas en lugares más meridionales como las sierras de Cazorla o Cádiz.

El equipo también detectó diferencias en función de la estación del año. Las áreas de campeo fueron mayores en primavera y en verano que en invierno y otoño, lo que podría estar relacionado con diferencias en las condiciones de vuelo y las necesidades alimentarias asociadas a la reproducción. Por otra parte, las extensiones de las áreas de campeo también mostraron diferencias en función del sexo del individuo. Las hembras mostraron mayores áreas de campeo que los machos, lo que indica que estos últimos tienden a utilizar áreas similares durante todo el año. Ello puede determinar, por ejemplo, asimetrías en el riesgo de ambos sexos frente a factores de mortalidad causados por actividades humanas.

El buitre leonado es una especie clave en el sur de Europa debido a que presta importantes servicios ecosistémicos a través de la eliminación de restos de ganado y ungulados salvajes, sin coste económico y sin emisiones de efecto invernadero. Junto con el resto de especies de aves carroñeras, también se ha convertido en un atractivo clave para el turismo de la naturaleza, lo que genera importantes ingresos en economías rurales, especialmente en la llamada ‘España vaciada’.

Laura García Santonja

Periodista en Radio Elche Cadena SER