El editorial de los lunes: Las chicas son guerreras

Benidorm

En 1981 ‘Coz’, uno de los primeros grupos que se lanzó a cantar rock duro en España, editó el que, aún a día de hoy, sería su sencillo más conocido con el título ‘Las chicas son guerreras’. Casualidad o no, Guerreras es el sobrenombre con el que se conoce a la selección española de balonmano y es lo que han demostrado ser no sólo las chicas del Servigroup Benidorm, que conseguían el pasado sábado la salvación imponiéndose con rotunda claridad al Amposta; y también la plantilla del Aptur Benidorm, que por primera vez en la todavía corta historia del Club Voleibol Playas de Benidorm se ha metido en la fase de ascenso a la Superliga, la máxima categoría del vóley nacional.

Esos dos logros, siendo grandísimas noticias, no lo son tanto como lo visto y vivido en las gradas del Palau d’Esports el pasado sábado a las seis de la tarde. Sobre todo, porque es difícil imaginar que cuando Coz editó aquel pelotazo en 1981, un recinto como el de Benidorm se llenara para ver dos partidos, importantes, es verdad; de deporte femenino.

Más allá de esa circunstancia, que no es anecdótica y muestra lo mucho que hemos avanzado como sociedad, los resultados obtenidos por las chicas del balonmano y del vóley nos dejan espacio para varias reflexiones y todas ellas tienen mucho que ver con los valores intrínsecos del deporte.

En el primer caso, podríamos hablar de la constancia, de la superación y de la perseverancia. De la búsqueda constante de la mejora para, abstrayéndose de unos resultados que no han sido muy buenos esta temporada por diversas circunstancias que luego hablaremos con el entrenador de las benidormenses, Mariano Muñoz, acabar rubricando la permanencia en un año en el que no habrán ganado mucho, pero seguro que sí han aprendido una auténtica barbaridad.

En el segundo caso, el del Aptur Benidorm, podemos hablar de esos mismos valores de superación, de constancia, de búsqueda constante de la excelencia y de la pelea hasta el último minuto para conseguir el objetivo común.

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Fue el sábado, para la familia del voleibol local, un día de celebración porque ahora el Aptur Benidorm está a un solo paso de devolver a la ciudad a la máxima categoría del vóley nacional. Para ello, todavía habrá que afrontar la fase de ascenso a finales del mes de abril.

Conviene ahora no llevarse a engaño y no engordar en exceso el suflé animados por la gran temporada que quedó rubricada el sábado con la segunda plaza del grupo. El Aptur Benidorm debe ahora poner el contador a cero y los aficionados entender que la pelea que ahora afronta la hace sin la etiqueta de favorito.

Meterse en esta fase de ascenso era fundamental para el Aptur. Era crucial para soñar con volver a la Superliga femenina, un sueño que se alcanzará algún día. Puede, incluso, que sea esta misma temporada, aunque, y ahora se lo preguntaremos al entrenador de las de Benidorm, Nacho Madaleno, se antoja una meta muy complicada.

Meterse en esta fase de ascenso era fundamental, sobre todo, porque el Aptur necesitaba demostrar y demostrarse que, con un proyecto nacido desde la cantera del club, se puede pelear con lo mejorcito del panorama nacional. Porque necesitaba demostrar y demostrarse que la juventud es un valor al alza y que el proyecto tiene todavía mucho recorrido por delante.

Y, sobre todo, era fundamental porque estar en esta fase de ascenso será, incluso si no se consigue el objetivo final, una estupenda oportunidad de aprendizaje para una plantilla llamada a hacer grandes cosas, pero que ha demostrado en estas últimas jornadas ser todavía, y eso es lógico por su falta de experiencia, muy sensible a los nervios en los momentos cruciales.

Porque lo que ha aprendido este año el equipo femenino del Club Balonmano Benidorm y, quizás, todavía necesiten comprender las chicas del Aptur es que en el deporte, a veces, se gana y otras, se aprende. Y que por mucho que pueda ilusionarnos a todos el ascenso y por mucho que vayamos a apoyarlas y a animarlas para que lo consigan, no pasaría absolutamente nada si no lo logran. Nuestro respeto, nuestra admiración y nuestro compromiso con ellas seguirán ahí, intactos, el año que viene. En Superliga o en Superliga2.