La 'Travesía Jorge Crivillés' vuelve como una buena ocasión para sumergirse en la natación en aguas abiertas
La duodécima edición de la prueba de nueve kilómetros tendrá lugar el domingo 23 de abril
Cecili Monerris y la travesía forajida a nado Jorge Crivillés
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Alicante
Como suele ser habitual el domingo posterior a la tradicional Romería de la Santa Faz volverá a celebrarse la travesía a nado desde la Playa del Postiguet hasta la de San Juan cuyos organizadores, el club RC7, han decidido que lleve el nombre de Jorge Crivillés, el primer nadador español que ha superado el reto de los 7 Océanos. La prueba se incluye en la Copa de Alicante de Travesías.
La prueba, que no se disputó el pasado año, es una buena ocasión para los nadadores que quieran iniciarse en la larga distancia en aguas abiertas, como nos ha contado en Forajidos Cecili Monerris, uno de los organizadores de esta travesía que no tiene carácter competitivo y por ello, pretenden que simplemente los participantes disfruten de la natación en el mar.
Para ello, han prohibido el uso de relojes. Se trata de que los nadadores vuelvan a los orígenes y sientan el ritmo de la natación sin necesidad de recurrir a las ayudas electrónicas. Además, se trata de que en la salida, que va a ser en grupo -se van a entregar gorros de colores para diferenciar a nadadores por sus ritmos, los primeros irán a 4 kilómetros por hora-, no se produzcan golpes innecesarios. Eso sí, a los participantes se les exigirá que lleven boya y silbato. Otra cuestión importante, quien quiera nadar sin neopreno tendrá que enviar una petición argumentada a la organización para que lo autorice expresamente.
Hasta 350 nadadores, desde los 16 años, van a poder participar en la travesía. De momento ya se han inscrito 200 deportistas.
Otros hechos destacados de la 'Travesía Santa Faz-Jorge Crivillés' son su carácter solidario -colaboran con la Asociación Española de Enfermos de Leucemia, Mieloma y Linfoma (AEAL)- y su apuesta por la sostenibilidad. Pero, además, en esta ocasión, todos los participantes que lo deseen van a poder ser chequeados por un médico dermatólogo. Se trata, como afirma Monerris, de dar pequeños pasos en la prevención del cáncer de piel, una enfermedad que puede afectar especialmente a los nadadores en aguas abiertas por su exposición al sol.