La plaza del torero Manolo Granero en Russafa

València

La plaza de Manuel Granero es una anomalía del ensanche oeste de Russafa, una zona condicionada por las vías del tren que seccionaban el Camino de Tránsitos y discurrían en paralelo a este hasta conectar con el viejo trazado que siguiendo la actual avenida del Reino de Valencia cruzaba el río en busca de la estación del Grao y la salida hacía Tarragona. Cuando se proyectó esta plaza en 1966, todavía atravesaba por ella el ferrocarril y el camino viejo de Malilla, que desde la calle Cuba se abría paso todavía entre huertos y alquerías, sorteaba las vías por un paso a nivel, y haciendo un quiebro retomaba el antiguo sendero en dirección sur. El nombre de Manolo Granero fue propuesto por la Delegación de Estadística en recuerdo del que es considerado como el más grande de los toreros valencianos de la historia.

Manolo Granero nació en 1902 en la calle San Antonio, en el popular barrio de Velluters, en una casa ya desaparecida tras la apertura de la avenida del Oeste. Pero a los pocos meses de nacer, su familia se trasladó al número 35 de la cercana calle Triador, donde erróneamente hay una placa que reza: "Aquí nació en 1902 el gran torero valenciano Manuel Granero y Valls". Según las crónicas, su afición por la tauromaquia se despertó en él siendo un niño, pero sus padres procuraron desviarle de esa idea inclinándole hacia la música. Aprendió en el Conservatorio a tocar el violín con soltura, pero su devoción era el toreo, y con apenas 12 años saltó de espontáneo en la plaza de toros de València. A partir de entonces su carrera es meteórica: realiza sus primeras novilladas en Salamanca, se viste de luces por primera vez en Valencia con 15 años, entre 1918 y 1919 torea diversas becerradas sin picadores, y el 4 de abril de 1920 debuta con caballos en Barcelona y toma la alternativa en la Maestranza de Sevilla de manos de Rafael “El Gallo” y Manuel Giménez “Chicuelo” como testigo. El 22 de abril confirma la alternativa en Madrid, siendo ya el torero más cotizado y reconocido de todo el país, firmando más de 100 corridas por año a razón de 10.000 pesetas cada una, toda una fortuna para la época. El 7 de mayo de 1922, en la plaza de toros de Madrid, toreando junto a Juan Luis de la rosa y Marcial Lalanda, fue cogido por el segundo toro de la tarde, de nombre “Pocapena”, que le enganchó primero del muslo y posteriormente le empitonó por el ojo derecho, en una de las muertes más macabras que se recuerdan en una plaza de toros.

El fallecimiento de Manolo Granero, por su juventud, su carisma y por la forma en la que se produjo, conmocionó a la sociedad valenciana que desde entonces no ha cesado en recordar y homenajear al diestro valenciano. Ya su entierro en el Cementerio General de València fue una gran manifestación de duelo del pueblo valenciano, que por suscripción popular, le dedicó un bello mausoleo obra del escultor José Arnal. El 7 de mayo de 1947, al cumplirse el 25 aniversario de su muerte se le realizó un homenaje especial donde se descubrió una lápida en la plaza de toros, junto a las actuales taquillas, con la siguiente inscripción: "A MANOLO GRANERO VALLS LA AFICIÓN VALENCIANA COMO RECUERDO DEL XXV ANIVERSARIO DE SU MUERTE". La plaza que hoy lleva su nombre en Russafa fue rotulada en 1966, pero no fue urbanizada hasta 20 años más tarde. Con motivo del 50 aniversario de su muerte, el 7 de mayo de 1972 se descubrió la placa artística que contiene el nombre de la plaza, en la esquina con la calle Cuba. Y en 1998 se colocó en la calle Xàtiva, junto a la plaza de Toros, un monumento de acero dedicado a Granero obra del escultor valenciano Antonio Sacramento.