"Industria: entre la reconversión y la transición energética": el tercer capítulo de 'Con voz y voto: la Comunitat Valenciana ante el 28M'

València

En el tercer capítulo del podcast 'Con voz y voto: la Comunitat Valenciana ante el 28M' abordamos cómo afecta el cambio climático al modelo productivo. El primer reto en industria, y tiene mucho que ver con cambio climático, está en conseguir que nuestra energía sea renovable. En los próximos meses y años se van a construir muchos proyectos de energía solar y eólica y cambiarán nuestro paisaje.

Y ese cambio en el paisaje es lo que ha provocado precisamente una de las diferencias políticas de la legislatura en el seno del Botànic. En mayo de 2022 les Corts aprobaron un decreto ley para agilizar la implantación de las renovable, aunque, ese decreto generó un intenso debate. No parecía que socialistas, Compromís y Unides Podem se pusieran de acuerdo.

El conflicto de las renovables

Finalmente, el decreto ley, decíamos, se aprobó porque el propósito del Consell es transitar hacia la autosuficiencia energética autonómica: que toda la energía que consumimos, nazca aquí. Había muchos proyectos de energía renovable en fase de tramitación, tanto autonómica como estatal, y había que ir aprobándolos y analizándolos. En enero la Generalitat resolvió favorablemente 61 de los 107 proyectos de renovables que estaban pendientes de una declaración de impacto ambiental.

"Se facilita que más de la mitad de la energía que se va a generar en la Comunitat Valenciana tenga ya su origen en fuentes renovables". Así lo expresó Ximo Puig. Esos 61 proyectos equivaldrían al consumo anual de 678.000 hogares. Y habría que sumar después los derivados de proyectos que dependen del Gobierno central, los que ya están instalados y el autoconsumo. Con todo, la energía renovable total llegaría a los 5.523 megavatios.

Pero claro, surge un problema: casi todos esos proyectos eran fotovoltaicos y para instalar las placas solares hace falta terreno. Los proyectos van a cambiar nuestro paisaje, en concreto el paisaje de interior, el de las zonas más rurales. Y ese reto tendrá que afrontarlo el gobierno que salga de las urnas el 28M.

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"Renovables sí, pero no así"

Los proyectos se aprobaron en enero y ese mismo mes una manifestación recorrió las calles de València para clamar contra la forma de instalación de renovables. El lema de la manifestación era "Sí pero no así". A aquella manifestación acudieron medio centenar de asociaciones de 40 municipios de la Comunitat Valenciana y, entre los protagonistas, se colaron dos caras conocidas. Isaura Navarro y Héctor Illueca, miembros del Consell. Navarro es consellera de Agricultura, de Compromís, pero es que Illueca es vicepresidente segundo, de Podem.

En el tercer capítulo del podcast hablamos de de producir energía renovable pero, proteger el medio ambiente no solo pasa porque hay que obtener energía limpia, sino también por emitir menos gases contaminantes a la atmósfera.

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La cara: Volkswagen

Los transportes representan alrededor del 25 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero de la Unión Europea. La transformación de la industria automovilística en la Comunitat Valenciana se ha traducido en nuestro particular Bienvenido Mister Marshall, con la llegada de la gigafactoría de Volkswagen a Sagunt.

La gigafactoría fue comparada con la llegada de la Ford a Almussafes. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, vino a Sagunto para poner la primera piedra junto al rey, Felipe VI.

Los tres miembros del Botànic han sacado pecho de ese hito, y también lo han aplaudido los miembros de la oposición. El PP incluso pidió a los socialistas que garantizaran por escrito que a la gigafactoría llegasen todos los recursos necesarios.

La gigafactoría necesita mano de obra cualificada y en Sagunt se va a construir un centro de Formación Profesional, de FP, que se llamará Campus Battery. El centro contará con doce unidades docentes y 400 plazas. El centro de FP público tendrá un diseño curricular adaptado a las necesidades de PowerCo, la filial de Volkswagen, con formación en los ámbitos de la electricidad y la electrónica, instalación y mantenimiento y química.

Los directivos de Volkswagen señalaron que uno de los factores que hicieron que el grupo se decantase por Sagunto fueron las universidades valencianas. La Universitat de València ha ampliado su oferta académica este año con un doble grado en Química e Ingeniería Química. 20 estudiantes se incorporaron a esta nueva carrera, pero es que 204 se quedaron fuera. Lo que demuestra el interés por la materia.

La cruz: Ford

Pero la transición hacia la fabricación de vehículos menos contaminantes tiene su cara y su cruz. Y la cruz está en Ford. La planta de Almussafes salió elegida frente a la alemana de Saarlouis para producir los coches eléctricos. Eso ha permitido garantizar su superviviencia pero la compañía está inmersa en un ERE. 1.124 despidos. Porque la fabricación de vehículos eléctricos requiere menos mano de obra.

Ford, durante todos estos años, ha generado una industria auxiliar que ahora ve con incertidumbre la reducción de plantilla en la fábrica de Almussafes. Sin embargo, desde AVIA, el clúster de la automoción de la Comunitat Valenciana, han respirado gracias a Volkswagen. Calculan que se pueden crear hasta 3 mil empleos para dar servicio a la gigafactoría de baterías de Sagunt.

El desafío del turismo

Otro de los sectores que tienen muchos retos por delante es el del Turismo, porque el sector económico más importante de la Comunitat Valenciana está lleno de empleos precarios. Es el caso de las kellys de Benidorm. Denuncian que muchas veces tienen que limpiar decenas de habitaciones en pocas horas. Piden que se les facilite el trabajo con, por ejemplo, camas que se levanten de manera automática para no tenerse que agacharse ellas y critican que los sueldos no están a la altura de su trabajo.

El capítulo va de cómo el cambio climático afecta al modelo productivo y en materia turística, el gobierno autonómico ha tenido que hacer frente esta legislatura a otro debate, la tasa turística, que también ha estado llena de polémica y que a partir del año que viene va a ser aplicable.

Esa nueva tasa, recogida en la Ley valenciana de medidas fiscales para impulsar el turismo sostenible, podrán ponerla en marcha los ayuntamientos que quieran a partir de 2024. Será un impuesto para quienes visiten nuestros pueblos y ciudades.

Mallorca o Barcelona son algunas de las ciudades españolas que ya tienen regulada esta tasa. Y no se puede decir precisamente que se hayan vaciado de turistas. Barcelona la tiene en marcha desde 2012 y es la ciudad que más turismo internacional recibe de toda España. Además, según el Ayuntamiento, en los últimos cuatro años ha ingresado 54 millones de euros por la tasa turística.

Aunque aquí la aplicación o no de esa tasa turística va a depender y mucho de las elecciones, porque solo Compromís y Unides Podem la defienden. Es cierto que el PSPV tambien votó a favor, pero los socialistas aclararon que era solo para cumplir con el pacto del Botànic. Desde el sector criticaron que se aprobaba justo cuando empezaban a salir de la crisis de la pandemia. Según Fede Fuster, presidente de HOSBEC, pelearán para que no se implante. La oposición, por su parte, votó 'No'. De hecho, los populares ya han manifestado que si llegan al Palau de la Generalitat, quitarán la tasa.

En el tercer capítulo de 'Con voz y voto', la Comunitat Valenciana ante el 28M explicamos todos estos temas y los retos que tendrá que abordar el próximo gobierno que salga de las urnas el 28 de mayo en las elecciones autonómicas y municipales valencianas.