Las calles de promotores y terratenientes: la calle de Carles
Existe en València un grupo singular de calles que no hacen referencia a personajes ilustres, sino a los promotores de viviendas y propietarios de los terrenos donde se encuentran dichas calles. La calle de Carles es un claro ejemplo

Al principio del camino nuevo del Grao, actualmente conocido como avenida del Puerto, en la acera de los pares, se encontraba hasta hace 30 años el conocido como Barrio de Carles. Entre el camino de Penya-roja y el camino viejo del Grao -ahora Islas Canarias- se alzaba un pequeño conjunto residencial formado por 38 viviendas de dos alturas, articulado sobre una estrecha calle sin salida -cerrada por la fábrica de papel Duart, posteriormente La Papelera Valenciana- y cuyo acceso se encontraba en el mismo camino nuevo del Grao. La calle, bautizada popularmente como calle de Carles, en referencia al que había sido su promotor, el empresario y político valenciano Pascual Carles Alfonso (Grao de València, 1832-1900), todavía hoy conserva su nombre, aunque nada queda ya de aquel barrio ni del trazado del viejo callejón, que ahora se pierde en la parte trasera del conocido hotel Valencia Palace.
Pascual Carles fue en el siglo XIX, lo que ahora llamaríamos un emprendedor hecho a sí mismo que supo sacar provecho de sus dotes para el comercio y los negocios especulativos. Su primer negocio inmobiliario tuvo lugar en 1857 en su barrio natal, el Grao, donde compró unos terrenos junto a la acequia del Rihuet y levantó un pequeño barrio que recibió el nombre de barrio de Almodóvar, y a cuya calle central denominó calle de San Pascual en honor a su santo.
De convicciones republicanas, su carrera política se concentró en el periodo conocido como Sexenio Democrático. Tomó parte activa de la Revolución Gloriosa de 1868 como miembro del Partido Republicano Federal, desde el cual fue protagonista de la insurrección federal de la ciudad de València que acabó con el bombardeo de la ciudad por parte del gobierno del General Prim. Posteriormente fue elegido diputado provincial durante el reinado de Amadeo I, diputado de las Cortes Constituyentes una vez proclamada la I República y miembro destacado de la Comisión de gobernación de la Junta Revolucionaria del Cantón Federal Valenciano, que acabó abruptamente con el levantamiento de Martínez Campos.
Con el advenimiento de la Restauración Borbónica se alejó de la política y se centró en sus negocios, especialmente en los relacionados con el transporte y la construcción. En 1876 se hizo con la contrata de arrastre de los tranvías de Valencia, en 1888 fundó la compañía de tranvías de Valencia a Godella y a Catarroja y participó en la creación de la Sociedad del Ferrocarril de Valencia al Grao, Dos Aguas y Turís. En su faceta como constructor, levantó dos barrios obreros, uno en el Grao y otro al principio de la avenida del Puerto, el ya comentado barrio de Carles. La operación urbanística en este último caso, fue curiosa. Pascual Carles compró una serie de fincas y huertas junto al camino nuevo del Grao, detrás del conocido Forn de Figuetes, y allí construyó una plaza de toros de madera que recibió el nombre de plaza de la Vaquería, inaugurada el 20 de junio de 1880. Pero la plaza no dio el resultado esperado y a los cinco años fue desmontada, y sobre los terrenos ahora revalorizados construyó el citado barrio, que tomó el nombre de su impulsor.
La calle de Carles -o lo que queda de ella- es por tanto una de esas escasas huellas que hoy todavía nos recuerdan cómo era el paisaje y el paisanaje de la València decimonónica.

Luis Fernández Gimeno
Ingeniero Técnico en Topografía y Máster en Teledetección por la Universidad Politécnica de Valencia....




