"Si vuelve la derecha hay riesgo real de que estas exhumaciones en Cuelgamuros sean las últimas"

València

Un equipo multidisciplinar integrado por 15 técnicos ha iniciado este lunes las tareas de exhumación en el Valle de Cuelgamuros, hasta el año pasado llamado Valle de los Caídos, para tratar de recuperar los restos reclamados por familiares de 128 víctimas de la Guerra Civil, represaliados del franquismo en su mayoría.

Entre ellos hay dos valencianos, según ha avanzado en La Ventana Comunitat Valenciana Matías Alonso, portavoz del Grupo por la Recuperación de la Memoria Histórica de València, Antonio Fernández Moya y Francisco Barberá Puig, cuyas familias esperan poder cerrar de una vez por todas este negro capítulo de su vida.

Alonso lamenta que se haya tardado tanto, recuerda que son más de 60 años los que llevan estas familias buscando recuperar los restos de sus seres queridos que fueron robados por la dictadura franquista.

Esta exhumación ha sido posible gracias a una sentencia judicial de abril de 2016. Siete años han pasado. Alonso reconocen que casi habían perdido ya la esperanza de que se pudiera llevar a cabo. De hecho, primero fueron las dificultades técnicas las que impidieron la operación, pero más duro ha sido sufrir la estrategia judicial de "cierta gente" por paralizar este proceso, que finalmente se ha resuelto.

Alonso recuerda que el valle de San Lorenzo de El Escorial alberga la mayor fosa común de España, con restos de casi 34 mil víctimas de ambos bandos de la Guerra Civil. Espera que algún día sea posible exhumar todos estos cuerpos, al menos los de los familiares que así lo vienen reclamando.

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Por último, el presidente del Grupo por la Memoria Histórica y Democrática subraya que estamos a mes y medio de unas elecciones generales y ya hay algún partido con posibilidades de gobernar que anuncia que derogará la ley de memoria democrática.

A Alonso le parece indignate que en la Europa democrática del siglo XXI haya gente que siga defendiendo el odio. Recuerda que en Cuelgamuros hay restos de republicanos y franquistas, por lo que estamos ante una posibilidad histórica de cerrar esta etapa con la reconciliación.

Considera que derogar la ley sería espantoso. Supondría la victoria del odio y la revancha, que la falta de perdón y piedad está instaurada en los grupos políticos. Si ganan las derechas estamos en riesgo de que esta esperanza sea sólo un paréntesis y que en el futuro se paralicen todas las exhumaciones.