Los vecinos piden a Catalá que no recurra la sentencia que obliga a declarar ZAS la plaza Honduras

València

"Como si nos hubiera tocado la lotería, así está el barrio". Así describe la situación Javier Soler, presidente de la Asociación de Vecinos de la plaza Honduras tras la sentencia que obliga al Ayuntamiento a declarar ZAS, zona acústicamente saturada, para garantizar el descanso de los vecinos.

La valoración de los hosteleros, como es lógico, es totalmente distinta. Víctor Fernández de Cordova es su portavoz.

De momento el nuevo gobierno local del PP se limita a indicar que los servicios jurídicos del Ayuntamiento están estudiando la sentencia antes de tomar alguna decisión.

"Catalá conoce el problema, esperamos que esté con nosotros"

Veremos si mañana tras la primera Junta de Gobierno Local ordinaria del nuevo ejecutivo de María José Catalá tenemos alguna valoración más. De momento, vecinos y hosteleros de la plaza de Honduras ya le reclaman reuniones, unos para ver cómo poner en marcha los mecanismos para declarar la ZAS y otros para buscar soluciones que eviten tomar esta drástica medida.

La Asociación de Vecinos de la plaza Honduras reconoce que, tal y como indica la sentencia, el Ayuntamiento tiene ahora un plazo de tres meses para iniciar el procedimiento administrativo para la declaración de la ZAS.

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Su presidente, Javier Soler, en declaraciones a la SER da por hecho que la hostelería recurrirá, pero recuerda que María José Catalá estuvo en la primera manifestación que convocaron hace ya algunos años para denunciar el problema de ruido que soportan por las noches y que el Partido Popular, en precampaña, se comprometió a no recurrir la sentencia si al final daba la razón a los vecinos, como ha pasado.

"Es la ruina para la hostelería"

En cambio, el portavoz de la Asociación de Hosteleros de la plaza de Honduras, Víctor Fernández de Cordova, se muestra desolado. La ZAS supondrá la muerte del sector. Por eso, los servicios jurídicos ya están estudiando la sentencia y llegarán hasta donde haga falta.

Lo único positivo es que aquí, a diferencia del Cedro, el juez impone al Ayuntamiento que inicie los trámites para declarar la ZAS, lo que da un margen de tiempo, pero no le obliga a tomar medidas de manera inmediata.

Insiste en tender la mano para aportar soluciones para mejorar la convivencia entre vecinos y hostelería, pero recuerda que en octubre ya les recortaron el espacio para las terrazas, pero no ha servido para nada.