El Museo de Bellas Artes de València, todo un referente cultural en la ciudad a pesar de su "escaso" presupuesto

València

El Museo de Bellas Artes de València es ya todo un referente cultural en la ciudad. Lo dicen los datos. La institución registró la mayor cifra de visitantes de su historia durante los seis primeros meses del año. 120.234 personas pasaron por sus pasillos entre enero y junio de 2023, lo que supone un aumento del 65 % respecto al mismo período de 2022, cuando asistieron 73.282 espectadores.

Su director, Pablo González Tornel, atribuye este éxito a la "gran variedad de obras de arte" que atesora la galería y a la labor desarrollada durante los últimos tiempos por los profesionales que componen la plantilla. "Estamos muy contentos porque ese récord significa que el trabajo que realizamos está dando sus frutos y estamos conectando tanto con el público extranjero como con el autóctono", asegura.

Y es que el origen geográfico de los visitantes es "bastante homogéneo". El 48 % es de procedencia nacional, mientras que el 52 % restante corresponde a turistas de países foráneos como Italia, Francia, Gran Bretaña, Alemania y Holanda, entre otros. Sin embargo, el público local, el de la propia Comunitat, se sitúa en un 74 % del total a nivel estatal, lo que confirma su "fidelización".

"La idea -explica González- es sostener este crecimiento, pero tampoco obsesionarnos con los números. Si llegamos a los 250.000 visitantes anuales podremos estar satisfechos". Y, para ello, se pone como objetivo acercar a la ciudadanía "el conocimiento y el disfrute" del arte que exponen las paredes del museo.

Un presupuesto "muy escaso"

A pesar de ser uno de los principales atractivos culturales de la ciudad y a pesar de vivir uno de sus mejores momentos en términos de expansión, cuenta con presupuesto "muy escaso", casi indigno. Los 7 millones de euros que recibe en la actualidad, afirma el director, no nos suficientes para custodiar una colección formada por alrededor de 30.000 objetos de diversa índole. "Solamente la seguridad, la conservación y la aclimatación de estos bienes absorbe mucho más de la mitad de ese presupuesto", expone.

De manera que González defiende que, teniendo en cuenta que se trata de "una de las colecciones museográficas más importantes de Europa", "deberíamos empezar a acercarnos a instituciones hermanas como el IVAM, que tiene un presupuesto mayor a los 15 millones de euros. Qué menos que eso".

En este sentido, reclama un apoyo institucional más férreo por parte del gobierno valenciano y también la sintonía con el ejecutivo central -puesto que el museo es de titularidad estatal, aunque de competencia transferida a la comunidad autónoma- "para poder convertirnos en el museo del siglo XXI que queremos ser".

"Por nuestra parte, lo estamos haciendo todo, porque, en una situación de absoluta precariedad de personal y medios, estamos resituando al museo en la escena valenciana, nacional e internacional", señala. Sin embargo, lamenta que esa falta de fondos esté lastrando su aspiración y reduciendo al mínimo su enorme potencial.

Apuesta por la "renovación"

Las exposiciones que se han podido visitar durante este período han sido la dedicada a los 'Caprichos' de Goya, con un registro de 64.831 espectadores, y 'Sorolla. Orígenes', dedicada a los primeros años de formación del pintor valenciano, con 56.696 visitantes.

Otro de los alicientes que ha seducido al público ha sido una programación cultural que ofrece, como complemento de su colección permanente y exposiciones temporales, ciclos de cine, artes escénicas, conferencias y cursos de formación.

Aparte de la colección permanente de pintura, los planes para este verano pasan por la 'Colección Masaveu. Sorolla', que contiene las 46 piezas de la colección privada más relevante del autor. "El montaje es particularmente atractivo porque estas obras aparecen sobre pedestales de cristal templado, de manera que aquello que se observa es una sucesión de cuadros que parecen flotar en el espacio", explica González.

Además, se trabaja continuamente para "renovar la museografía del edificio". "Hemos inaugurado un sala dedicada a Pinazo, otra dedicada a los Benlliure, otra a Antonio Muñoz Degraín y en breve abriremos la nueva sala Sorolla, que pondrá a disposición del público las más de 50 obras del maestro de la luz que conserva el Museo de Bellas Artes".

Pablo González subraya la ilusión con la que tratan de llevar adelante la segunda pinacoteca de España y anima a todas las personas a acudir a pasearse por sus salas, que son de acceso gratuito, "simplemente por el gusto de ponerse frente a frente con las creaciones más espectaculares de la historia de la humanidad". "El arte alimenta al espíritu", termina.

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