La Federación Valenciana de Socorrismo hace un llamamiento a la responsabilidad de los bañistas ante el aumento de las muertes por ahogamientos
Víctor García, profesor de la Federación, reclama que la ciudadanía considere al socorrista como una figura de autoridad y acate sus indicaciones, sobre todo cuando ondea la bandera roja
Una socorrista realiza labores de vigilancia en la playa de la Malvarrosa. / Kai Försterling (EFE)
València
En lo que llevamos de año, son 32 las personas que han fallecido ahogadas en la Comunitat Valenciana, nueve de ellas en los últimos 14 días. 20 de esas muertes se produjeron en las playas, siete ocurrieron en las piscinas y cinco en otros espacios acuáticos como embalses, ríos o balsas de riego. Son cifras preocupantes que están alertando a quienes velan por la seguridad de los bañistas en estos entornos, que apelan a la responsabilidad y a la prudencia.
Víctor García es profesor de la Federación Valenciana de Socorrismo y atribuye el incremento de los ahogamientos, especialmente a los que se producen en la playa, al estado del mar y a la irresponsabilidad de quienes entran al agua en zonas sin vigilancia o a pesar de ondear la bandera roja.
Víctor García: "Este año estamos teniendo un mar muy complicado y hay una gran cantidad de gente que no respeta la bandera roja"
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Y, ante este tipo de situaciones, García asegura que el socorrista se encuentra desamparado, sin potestad para aplicar sanciones a los bañistas que desoyen sus indicaciones. Por eso reivindica la necesidad de que la ciudadanía les vea como una figura de autoridad y se tome en serio sus recomendaciones.
Víctor García echa en falta una mayor "potestad de autoridad" para los socorristas, que ni siquiera pueden sancionar a los bañistas que desoyen sus órdenes
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Además, recuerda que no existe el riesgo cero (que la bandera verde sólo significa que no hay riesgos añadidos) y, en caso de vernos metidos en una corriente, recomienda no luchar por volver a la orilla, ya que no será efectivo porque no lograremos avanzar y hará que nos encontremos más cansados y nos pongamos nerviosos. Lo que debemos hacer es nadar en paralelo hasta salir de ella y, entonces sí, tratar de volver a la orilla.
