José Carlos Rovira: "Los cuentos y los juguetes que Miguel Hernández hizo en la cárcel son metáforas de libertad"
El profesor de la UA es el comisario de la exposición "Miguel Hernández: el poeta que hacía juguetes" que se puede ver en la Biblioteca Nacional
José Carlos Rovira, comisario de la exposición “Miguel Hernández: el poeta que hacía juguetes”
Alicante
Desde el pasado viernes 6 de octubre la sede de la Biblioteca Nacional en Madrid acoge la muestra "Miguel Hernández: el poeta que hacía juguetes". La exposición refleja el "clima emocional", las sensaciones y el estado de animo del poeta oriolano en sus últimos años de vida, una vez que había sido condenado a muerte e iba de cárcel en cárcel hasta que fue traslado al penal de Alicante en el que falleció de tuberculosis en 1942.
El comisario de la exposición ha sido el profesor emérito de la Universidad de Alicante, José Carlos Rovira, quien ha contado con el apoyo para su diseño de Ángel Rocamora. La muestra se podrá ver hasta el 7 de de enero de 2024.
En Hoy por Hoy Alicante, el que fuera catedrático de Literatura Hispanoamericana de la UA ha destacado que tanto la correspondencia con su mujer, Josefina Manresa, como los cuentos y los juguetes de madera que creó son "metáforas de libertad". Reflejan su anhelo por la libertad perdida, pero a la vez muestran su idea de libertad, algo que quiere transmitir a su hijo Manuel Miguel. De hecho, sostiene, los relatos que escribió "El potro oscuro", "Un hogar en el árbol", "El conejillo" y "La gatita mancha y el ovillo rojo" son claros ejemplos de esa idea que le obsesionaba. En todos ellos habla de animales que ansían liberarse.
Porque el gato más valiente,
si sale escaldado un día,
huye del agua caliente,
pero también de la fría.
— Extracto de "La gatita mancha", cuento de Miguel Hernández
Además, precisamente, estos cuatro cuentos fueron escritos en la cárcel en papel higiénico y con lápiz, lo que los convierte en tesoros documentales con un tremendo valor. Todos ellos se pueden ver en la muestra junto con otro manuscrito con dos de sus últimos poemas: 'El hombre no reposa; quien reposa es su traje' y 'Sigo en la sombra, lleno de luz: ¿existe el día?' que forman parte de "Cancionero y romancero de ausencias", una obra que empezó a escribir durante la guerra y durante su estancia en prisión y que dejó inacabada".
No, no hay cárcel para el hombre.
No podrán atarme, no.
Este mundo de cadenas
me es pequeño y exterior.
¿Quién encierra una sonrisa?
¿Quién amuralla una voz?
A lo lejos tú, más sola
que la muerte, la una y yo.
A lo lejos tú, sintiendo
en tus brazos mi prisión,
en tus brazos donde late
la libertad de los dos.
Libre soy. Siénteme libre.
Sólo por amor.
— 'Antes del odio', poema del libro "Cancionero y romancero de ausencias" de Miguel Hernández
También se incluyen dibujos, textos y objetos cargados de significado como la lechera que el poeta utilizaba para comunicarse en secreto con Josefina cuando se encontraba encarcelado.