Soberanía y paz hídrica
El acuerdo del trasvase del Júcar al Vinalopó supone el inicio de las actuaciones comprometidas por el Gobierno central para paliar las necesidades de agua del campo de la provincia de Alicante en este contexto de cambio climático desbocado
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Alicante
El acuerdo del trasvase del Júcar al Vinalopó no supone el fin de nada y sí el inicio de las actuaciones comprometidas por el Gobierno central para paliar las necesidades de agua del campo de la provincia en este contexto de cambio climático desbocado, como afirman muchos expertos. Lo cual no es algo baladí y sí muy preocupante y, por tanto, es importante que en este escenario ganemos en soberanía hídrica.
Por ello, además, nos quedamos con el compromiso del secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, quien asegura que hay inversiones en desalación, reutilización y abaratamiento de costes a lo largo de la provincia por 350 millones de euros hasta 2027.
Por otra parte, siendo realistas, el acuerdo no va a suponer una paz hídrica para la provincia. La Generalitat va a seguir apelando a agravios e injusticias con respecto al Tajo-Segura que el Ejecutivo de España niega con rotundidad.
En esta materia, al Consell de Mazón le sobran decibelios y le faltan hechos: como las obras pendientes de ejecutar del postrasvase al Vinalopó, alguna de las cuales el Botànic se las dejó a punto de adjudicar.