Que el agua de l'Albufera esté marrón no es malo y responde a razones ambientales

Valencia

El catedrático de Ecología en la Universitat de València y experto en l'Albufera, Antonio Camacho, ha explicado a la SER que, sin entrar en la causa exacta que produce esa coloración, lo que está claro es que no estamos ante una situación peligrosa. El cambio de coloración obedece a razones ambientales que pueden ser variadas.

En ese sentido, los arroceros respiran por partida doble. Por un lado, han podido quemar la paja sin novedad y sin molestias excesivas, y además, este fenómeno parece que no es negativo. Desde la sectorial del arroz de AVA, José Pasqual Fortea es muy gráfico; dice que menos mal, que de no haber sido así, ellos se habrían convertido inmediatamente en los culpables.

Fortea ha explicado que este año la paja del arroz no ha dado problemas porque el tiempo ha sonreído. Varios días de poniente han permitido una quema rápida y sin problemas excesivos para las poblaciones lindantes con el parque natural.

Este año, además, se ha quemado a demanda. Es decir, previa solicitud, y no como otros años, en los que una parte de la zona arrocera podía quemar y otra no. Todo a la espera de que cuaje alguno de los proyectos para aprovechar la paja del arroz. Recordamos que el año pasado se presentó uno muy ambicioso para convertirla en biogás. Pero hasta que no se resuelva el problema de recogerla (hoy no se puede en buena parte de los campos porque no hay máquinas preparadas) no se podrá avanzar.

El futuro del lago de l'Albufera

El catedrático Antonio Camacho insiste en los peligros que conllevaría un dragado masivo del lago. Camacho ha explicado que ahora mismo estamos recogiendo lo que se sembró durante años: l'Albufera se llenó de residuos sin depurar que provocaron un proceso de eutrofización que pintó el agua de verde. Al tiempo, las aportaciones de agua al lago se han reducido por el cambio climático y por los cambios en la agricultura.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Según Camacho, ahora, para avanzar, tocaría determinar si ese color verde obedece a esas aportaciones deficientes o bien a los sedimentos contaminados del pasado que duermen en el fondo del lago. Si fuera esa última la razón, apostaría por dragar, pero con precisión. Acometer un dragado masivo podría provocar la salinización de l'Albufera. Es decir, causar más daño del que se quiere evitar.